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La República Dominicana cuenta con escritores de gran calidad que podrían ser considerados candidatos al Premio Nobel de Literatura, sé muy bien que al decir estas palabras como anteriormente lo he hecho, ya hay muchos que están riéndose de mí, porque lamentablemente los mismos dominicanos son los primeros en arrojar la piedra.
Proponer a un autor o autora dominicano ya es un triunfo en sí mismo, ya que esta acción aumenta la visibilidad de nuestra rica tradición literaria. En los últimos años, se ha demostrado que el prestigio del Nobel de Literatura no depende necesariamente de la fama del autor. Ejemplos como Abdulrazak Gurnah, quien ganó el premio en 2021 siendo poco conocido, y Han Kang, la galardonada surcoreana de este año, solo para mencionar dos, evidencian que el Nobel puede ser otorgado a voces que, aunque menos visibles, tienen una profunda calidad literaria.
La República Dominicana ha aportado al mundo una herencia literaria valiosa, y es conocida por todos la frase: “Mucha de la literatura dominicana no tiene nada que envidiarle a la extranjera”. Aunque sabemos que cuando uno dice esto, de una vez aparecen los Judas a pisotear esas palabras, hablando solo de lo negativo y no de lo positivo de nuestra obra.
Es bueno saber que para que los escritores y escritoras dominicanos sean considerados, se requiere un esfuerzo conjunto, tenemos autores y autoras que han logrado reconocimiento en panoramas literarios internacionales y pueden ser tomados en cuenta para proponerlos.
Aunque si queremos proponer nuestros candidatos. Es crucial que el Ministerio de Cultura, las universidades, la Academia de la Lengua y los círculos literarios se unan para crear una plataforma que proponga nuestros escritores y escritoras; las reglas del Nobel son claras y estas instituciones pueden hacerlo enviando una carta con la persona que están proponiendo, etcétera. Si trabajamos juntos, podríamos ver a nuestros autores/ras en la lista de nominados al Nobel de Literatura en un futuro cercano.
Lamentablemente el “Pero” en República Dominicana nunca falta; desafortunadamente, hay una falta de unión en el ámbito literario dominicano que no permitirá que esto suceda, cada año digo lo mismo y nada. Los grupos de escritores, académicos, lectores, etcétera, suelen actuar de manera aislada, priorizando intereses individuales. Esta falta de colaboración limita las oportunidades para nuestros escritores y la promoción de nuestra cultura en el exterior. Es esencial que todos los actores culturales comprendan que nominar a un autor/ra no solo es un reconocimiento, sino también un acto de responsabilidad colectiva.
Unir fuerzas para proponer a nuestros escritores/ras es una forma de crear una plataforma desde la cual pueden surgir más voces y premios. La literatura se enriquece con el reconocimiento colectivo y el apoyo mutuo. La República Dominicana tiene el talento necesario para ser un contendiente serio para el Premio Nobel de Literatura. Lo que necesitamos es la determinación de trabajar juntos hacia este objetivo. Proponiendo a nuestros escritores/ras, celebrando su talento y uniendo esfuerzos, podemos llevar su voz más allá de nuestras fronteras. Cada propuesta es un paso hacia adelante y cada paso cuenta en el camino hacia el reconocimiento que nuestros autores merecen.