Antes de la llegada de Colón al nuevo continente, había un pueblo establecido en la isla La Española, Los Taínos. Un pueblo aborigen con siglos de antigüedad que contaba con una estructura social, religión y tradiciones que incluso han dejado huellas en la sociedad dominicana actual. El pueblo taíno formaba parte del grupo de pueblos indígenas arahuaco, estableciéndose en la isla tras emigrar desde las Guayanas y la cuenca del río Orinoco en la actual Venezuela.

A pesar de tener raíces en otro pueblo, tras emigrar a las Antillas mayores los taínos desarrollaron su propia cultura con una religión, tradiciones y costumbres totalmente distintas, la cultura taína. La diferencia cultural de los taínos con sus antecesores queda mayormente evidenciada en sus creencias religiosas. Un ejemplo se puede ver en el caso de la española, donde se relataba que el sol y la luna salían de una cueva llamada “Jovovava” y los habitantes de la isla habían salido de una cueva a la que llamaban Cacibajagua, ubicada en una montaña de la isla, dando a entender que se percibían como los originales pobladores de la isla.

Por otro lado, se puede ver lo distintivo de la cultura taína de la española en alguna de sus actividades como lo eran el areyto, una celebración donde se bailaban cánticos contando historias antiguas como la mencionada anteriormente. El juego de pelota, que además de servir como medio de entretenimiento, también servía como medio para comerciar. También la preparación del cazabí (casabe), un alimento a base de yuca habitual entre los taínos con el que también se alimentó a los españoles en la época colonial (estos le llamaban “pan de las indias”)  y además en la alfarería.

La cultura taína era una cultura ya establecida y en desarrollo, proceso que lamentablemente se vio interrumpido por la imposición de un idioma y religión diferentes durante la colonización. Por más que se quiera cubrir y disfrazar la historia, pintando de colores alegres los hechos que vinieron luego del supuesto descubrimiento de esta y otras culturas similares, la realidad histórica es totalmente diferente. Prueba de esto es la nula existencia de los taínos hoy, ahora solo quedan pequeñas huellas, como diarios de la mano de los mismos que ocuparon sus tierras.

Fray Ramón Pané fue un monje que llegó a la isla en el segundo viaje de Colón en 1493 con el propósito de evangelizar a los Taínos. Para enseñarles la religión, aprendió una variación de la lengua taína y es gracias a su diario que encontramos restos de lo que fue la cultura primera de la isla. En su libro “Relación acerca de las Antigüedades de los Indios” Pané recopila de forma cronológica los hechos ocurridos en la isla La Española durante ese periodo, describe las creencias y los dioses de los taínos, así como también su estilo de vida.

Dejando de lado la opresión a la que fueron sometidos los taínos, lo que más me llama la atención es como sus creencias aún siguen presentes implícitamente en nosotros los dominicanos. Algunos de los ejemplos leves de estas creencias y costumbres que aún tenemos son el cazabe y masticar tabaco, pero va mucho más allá que platillos típicos nuestros. Algunas creencias que tenían los taínos también siguen con nosotros, quizá de forma menos presente en las nuevas generaciones, pero aún son observables en nuestros abuelos y otros adultos mayores.

Algunas de las creencias que aún guardamos son la creencia de la vuelta de los muertos, esto se evidencia en el texto cuando el fraile describe que los taínos daban reposo a los difuntos y luego, en la noche despertaban a comer el fruto de la guayaba. También la idolatría es un punto que destacar, pero sin olvidar que un poco de la idolatría actual también está ligada al catolicismo. Lastimosamente, perdimos nuestras raíces muy pronto, lo cual ha afectado la identidad que tenemos en el presente, no se puede decir si es bueno o malo, pero sí creo que fuéramos mucho más de nosotros si los taínos se les hubiera respetado su lugar como raíz y centro de lo que hoy llamamos dominicano.

Finalmente, la exploración cultural siempre trae conclusiones generalmente tristes para los pertenecientes a las culturas dominadas. La literatura es la conversación en el tiempo y conocer nuestra historia aparte de que nos ayuda a no repetirla, hace tener más fuerte nuestro sentido  de identidad y procedencia, conociendo a los taínos, nuestros aborígenes y padres culturales  de la República Dominicana.

Bibliografía 

Moya Pons, F. (1972) La Sociedad Taína. Universidad Católica Madre y Maestra (UCMM)  http://investigare.pucmm.edu.do:8080/xmlui/handle/20.500.12060/656?show=full

Pané, F. R. (2004) Relación acerca de las antigüedades de los indios. Siglo XXI de España  Editores Relación acerca de las antiguedades de los indios (1) (1) (2).pdf

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La autora del artículo es estudiante de la Licenciatura en Lengua Española y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU). Correo:taymar2825@gmail.com