La literatura, sin dudas es un retrato de la realidad y la poesía una paleta de colores con la que se pinta la misma. Por ello, en el escritor yumero Quintino Espinal Mota, encontramos esa dualidad que sirve para encontrar un atajo de sentimientos atrapados para ser llevados o convertidos a la  literatura.


Quintino Espinal Mota.

En un momento de su poesía se advierte que un tanto se ajusta a la poesía tradicional, sin embargo, en el mismo contexto de su texto se observa cómo el poeta escala a una vigorosa poesía caminante sobre el verso libre.

Los colores auditivos que se matizan en la poética de Quintino Espinal son diversos, y lo encontramos desde una poesía romántica hasta una poesía de corte social (aunque sin caer en el panfletismo ideológico) con la que va dejando expresada claramente una gran sensibilidad humana por su Yuma que lo vio nacer.

Esto dice mucho en un poeta de primera apuesta o factura ante el público lector, mismo que será su más severo y enconado crítico. Pero igual encontramos en sus versos una poesía de canto sublime al alma, de esos cuando la crudeza de la naturaleza nos golpea para que atendamos a la realidad cruda y simpe, esa la que nos lacera con fiereza, la que se yergue más acá de lo existencial y es capaz de convivir con el poeta.

Esto lo podemos visualizar en los versos de su poema Reminiscencia donde nos dice:

“Recuerdo mi hermoso río…el agua era cristalina, y se podía tomar./

Los camarones se fueron/ las tilapias ya no están/

ahora mi río se llama; letrina municipal”.   (Pág. – 15).

Igual hay en su voz cantora ese trinar desde el corazón enamorado, ese canto que no se separa del cordón umbilical de  los grandes poetas que lo formaron en sus lecturas, ese que convive y crece en cada ser haciendo que los versos se conviertan en un canto de dolor, a veces de angustia y otras tantas de desesperación, como fórmula de búsqueda de la  tranquilidad vivencial.

En este joven escritor cuando se desenfrena la catarsis poética hacia la página en blanco se desalma el dolor,  tal como lo dice en los versos de su poema Perdida:

“Sé que sientes dolor en el vacío de tu alma”/

“Mar embriagado de lluvia, que observa, cómo agoniza el olvido”.  (Pág. -11).

Vemos en el poeta Quintino Espinal, una fuerza poética que sin duda lo dimensiona y coloca en la junta dimensión de un vate que sabemos habrá de ser tomado en cuenta, por los historiadores y críticos de la literatura yumera y de la nación.

Este primer libro de Quintino Espinal Mota, nos trae un poco de esa realidad poética y literaria en la que vive, en la que se cultiva en la cotidianidad del silencio en su habitad familiar, hoy nos la muestra como una forma de decirnos aquí estoy, no como uno más desde la tierra de Evangelina Rodríguez Perozo y Ramón Marrero Aristy, sino como propio y auténtico canto, con su firme aporte que viene a engrosar las páginas de las letras Yumeras.

Y esto porque en su poética búsqueda insaciante hacia tema de abordaje filosófico con una mirada de una filosofía popular que lo entrampa en un decir tan sencillo pero significativo en términos de fuerza para el canto poético, esto lo podemos ver en su poema Lecho de muerte en donde canta:

¨ Sabe lo que dice

cuando dice

que no sabe

porque dice

que sí sabe

lo que hará.

Es el temor a la muerte

lo que nos hace vivir. (Pág. – 72)

Sin dudas este final de ¨Es el temor a la muerte lo que nos hace vivir¨, en cierra toda una búsqueda del dilema de los humanos en torno a la muerte y en la poética de Quintino Espinal es un cuchillo filosófico que atraviesa el pensamiento del ser en su cotidianidad de busque permanente.

Igual búsqueda podemos encontrarla en un poema como ¨Mujer¨ en el cual además de ese acierto filosófico – literario, transmuta al lector hacía una toma de conciencia sobre el maltrato a la mujer, digamos que es un canto a que se detengan los feminicidios que tanto estragos hacen en nuestras sociedades, en especial en la nuestra.

¨No puedo golpearte/ fuiste hecha para mi…

toma mi mano/ caminemos juntos/ somos iguales/ misión de amor…

Quédate siempre a mi lado/ no te aleje un solo instante/ recuerdas / tú no me perteneces/ yo te pertenezco mujer¨. (Pág. -73).

Aquí la sonora voz del poeta canta revestida del educador que vive en él, es el poeta que ama, el hombre que asume una conciencia crítica hacia ese anclaje misógino del cual estamos culturalmente hechos, digamos que en este poema hay todo un interés de educar a través de una muestra profunda de preocupación que se desarropa en esa mujer madre, mujer amante, mujer hermana, mujer…mujer.

Aunque es su primer libro, hay en Quintino Espinal un recorrer por concursos literarios en la Región Este del país, así como una impronta que agudiza en sus clases como docente y profesional del área de literatura.

Por ello, hoy tan solo asistimos a un acontecimiento digamos que tardío, por ser este anunciado en la praxis social y cotidiana del poeta, hoy es tan solo la presentación del libro “Entre las páginas del tiempo”, porque tiempo ya él ha tenido de revelársenos como escritor, tanto en la poesía con la que hoy nos saluda, como en la narrativa que vendrán luego de este parto literario.

De manera que, esperamos que tras las páginas del tiempo el escritor ya cultivado se mantenga dispuesto a seguir mostrando los frutos literarios de su siempre para dárnoslo en abundante cosecha que de seguro a partir de este instante será un caudal que irá dejando un sello en la literatura de la región y el país.