Próximamente se cumplirán cien años de la Canónica Coronación de la Imagen de Nuestra Señora de la Altagracia por parte de Pío XI, por lo que la celebración de este 21 de enero es especial para los dominicanos.
La Virgen de la Altagracia es considerada madre espiritual y protectora del pueblo dominicano, y su devoción inició en la época colonial.
La imagen de la Virgen fue traída a a la villa de Higüey a principios del siglo XVI por los hermanos Alonso y Antonio Trejo, desde Extremadura (España), de acuerdo a los datos históricos. Los hermanos ofrecieron la imagen a la parroquia para que todos pudieran venerarla.
De acuerdo a lo relatado por los historiadores, uno de los primeros en documentar los milagros de la virgen fue el canónigo Luis Jerónimo Alcocer.
“La imagen milagrosa de Nuestra Señora de La Altagracia está en la villa de Higüey, como a treinta leguas de esta ciudad de Santo Domingo; son innumerables las misericordias que Dios Nuestro Señor ha obrado y cada día obra con los que se encomiendan a su santa imagen”, fue lo escrito por el religioso en 1650.
El 15 de agosto de 1922 la Virgen fue coronada canónicamente en el pontificado de Pío XI, por los milagros que ya se le atribuían. Para la coronación, el retrato fue trasladado desde su Santuario de la Villa de Higüey (llamado así en esa época), hasta la Capital de la República .
Luego, el 25 de enero de 1979 el papa Juan Pablo II también coronó la imagen durante su visita a Santo Domingo.
República Dominicana fue el primer país elegido por Juan Pablo II para su cruzada por el mundo, a solo meses de haber sido elegido como papa.