El pasado viernes veintiuno de junio, a las doce horas en España, específicamente en el Teatro irlandés de la ciudad de Salamanca, quedó instalada la novela Luces de alfareros, de la escritora dominicana Ana Almonte.
El acto de la presentación de la obra estuvo a cargo del poeta, narrador y cuentista dominicano José Enrique García, quien se trasladó a España en representación de la autora para resaltar, en un conciso y expresivo discurso, la relación que guarda la novela con Salamanca y la orden de los Dominicos.
El Dr. García destacó, a través de un texto célebre de Pedro Henríquez Ureña, el trayecto de los frailes en la isla La Española, en aquel período de colonización y la importancia del Sermón de adviento, que se contempla de forma subjetiva dentro del contexto histórico que despide Luces de alfareros en el ámbito del idioma castellano.
La actividad contó con las palabras de agradecimiento a los presentes de la representante y directora de Araña Editorial, Julia De la Rúa, quien ponderó las bondades de Ana Almonte en función de aplaudir una generación de escritores hispanoamericanos, a quienes se les debe dar apoyo.
La escritora Ana Almonte logra la creación de personajes que impactan de entrada al lector, y cada uno tiene fortaleza propia, al igual que sus historias particulares. Tanto es así que podría afirmarse que hay capítulos que constituyen una novela dentro de la gran novela que es Luces de alfareros.
Luces de alfareros es considerada, según anteriores declaraciones de José Enrique García, como una novela de habla castellana fundamental, de finales del siglo XX y del XXI, donde lo elementos constitutivos, propios de la narrativa clásica, contemporánea y moderna se unen y desplazan con propiedad y belleza para dar paso a una construcción de situaciones y personajes que, de forma surrealista y un tanto ecléctica, se asemejan a una catedral gótica.
La novela, que consta de trece capítulos, en uno de ellos narra las vicisitudes, conquistas y derrotas de Attías Treviño, de personalidad avasallante, que nació con enanismo, y se centra en la búsqueda del equilibrio, que para cada uno de los personajes se sucede en complejidades y descubrimientos que supone, a través de planteamientos existenciales, advertir la real interioridad del ser.
Estos personajes, carnales, abrazan un sin fin de doctrinas, condiciones filosóficas y teorías religiosas en función de obtener el pase individual de sanación, siempre y cuando se vislumbre la espiritualidad como elemento de rescate.
Luces de alfareros tendrá una segunda apertura en Madrid, el martes veinticinco de junio a la 7 de las tarde en la sede Espacio Cultural Abierto. Posteriormente, será puesta en circulación y presentada en Santo Domingo, República Dominicana, en el salón Aída Cartagena Portalatín de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña.