A propósito de las alertas sobre la supuesta aparición de casos de esta enfermedad en Haití, Fundéu Guzmán Ariza ofrece a continuación algunas claves para una redacción más precisa de las noticias sobre este tema:

  1. Los nombres de las enfermedades se escriben en minúscula

El sustantivo “ántrax”, referido a la enfermedad que en español se llama “carbunco” (o, menos usual, “carbunclo”), no necesita mayúscula inicial, tal como indica la “Ortografía de la lengua española”.

Por tanto, en las frases “La República Dominicana refuerza controles fronterizos por brote de Ántrax en Haití” y “El infectólogo asegura que la tasa de contagio del Ántrax es mínima” lo apropiado habría sido escribir “La República Dominicana refuerza controles fronterizos por brote de ántrax en Haití” y “El infectólogo asegura que la tasa de contagio del ántrax es mínima”.

  1. “Ántrax”: en español, “carbunco”

Si bien con este sentido se ha hecho muy frecuente el uso de “ántrax”, por influencia del inglés “anthrax”, conviene tener en cuenta que el nombre en español de la enfermedad causada por la bacteria “Bacillus anthracis” es “carbunco”, tal como apunta el “Diccionario panhispánico de términos médicos”. Existe también la forma “carbunclo”, pero se considera preferible el uso, hoy mayoritario, de “carbunco”.

En cambio, “ántrax” en español se refiere a la enfermedad cutánea causada por el “Staphylococcus aureus”, que en inglés se denomina “carbuncle”.

  1. Nombre científico

Los nombres latinos de virus y bacterias deben escribirse en cursiva y con la primera letra en mayúscula: “Bacillus anthracis”, “Staphylococcus aureus”.

Resulta inapropiado referirse a la enfermedad como una bacteria: “¿Qué es el ántrax, la enfermedad que tiene bajo alerta a la República Dominicana?”, no “¿Qué es el ántrax, la bacteria que tiene bajo alerta a República Dominicana?”.

Fundéu Guzmán Ariza (www.fundeu.do) es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundéu RAE, así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.