La versión que asegura que existe en el país una segunda aeronave de Nicolás Maduro, prácticamente idéntica a la contrabandeada desde EEUU y regresada la víspera a ese país desde el aeropuerto Internacional Higüero-Doctor Joaquín Balaguer, no ha sido confirmada por las autoridades dominicanas ni por las venezolanas o las estadounidenses.

Al igual que el avión llevado la víspera a Florida en acatamiento a una orden judicial estadounidense expedida en base a investigaciones sobre lavado de activos, contrabando y otros delitos, se trata de un Falcon 900EX y permanece en un hangar cerrado, incluso custodiado las 24 horas, según esa versión sujeta a confirmación.

Siempre como sucedió con el primer aparato, este segundo llegó al país para recibir mantenimiento técnico, dado el prestigio que ha alcanzado República Dominicana en este renglón aeronáutico lo que hace que en la actualidad sumen unas 40 las aeronaves sometidas a reparaciones en diferentes terminales aéreas dominicanas, como lo reveló este lunes el presidente Luis Abinader.

El jefe de Estado fue consultado en la rueda de prensa de la víspera en LA Semanal sobre la existencia de esta segunda aeronave, pero la pregunta quedó sin respuesta al explayarse en detalles sobre la suerte de la primera.

El Dassault Falcon 900EX confiscado había sido adquirido en US$ 13 millones a través de una empresa ficticia en el Caribe para ocultar su conexión con Maduro y su régimen, secretismo que se acabó con la admisión oficial del Gobierno de Caracas sobre su propiedad "secuestrada" en República Dominicana.

Según el fiscal general de EEUU, Merrick B. Garland, a finales de 2022 y principios de 2023 personas afiliadas a Maduro supuestamente utilizaron una empresa fantasma con sede en el Caribe para ocultar su participación en la compra ilegal del avión a una compañía con sede en el Distrito Sur de Florida.