El Vaticano publicó este lunes un nuevo texto dedicado al respeto de la "dignidad humana" en el que denuncia el aborto y la teoría del género y defiende los derechos de los migrantes y de las personas LGTB+.
El texto, fruto de cinco años de trabajo, fue publicado por el Dicasterio para la Doctrina de la fe, el poderoso órgano de la Santa Sede encargado del dogma que enumera casos de "violaciones concretas y graves" de la dignidad.
La Iglesia recuerda que las personas LGTB+ deben ser respetadas y denuncia que "en algunos lugares, muchas sean encarceladas, torturadas e incluso privadas del bien de la vida.
Según la publicación, la gestión subrogada entra "en contradicción total con la dignidad fundamental de todo ser humano", y "la aceptación del aborto en la mentalidad, costumbres y en la propia ley" refleja "una crisis muy peligrosa de la moral".
Por primera vez de forma tan específica, el Vaticano denuncia vehementemente la "teoría del género", que Francisco tacha de "colonización ideológica muy peligrosa".
"Cualquier intervención de cambio de sexo corre el riesgo, de forma general, de amenazar la dignidad única que una persona recibe en el momento de la concepción", señala el documento.
Al tiempo, la Iglesia recuerda que las personas LGTB+ deben ser respetadas y denuncia que "en algunos lugares, muchas sean encarceladas, torturadas e incluso privadas del bien de la vida solo por su orientación sexual".
También se dedica una parte a la violencia machista, afirmando que "nunca será lo suficientemente condenada".
"Se habla poco de esta violación de los derechos humanos (…) y es doloroso que algunos católicos defienden esas leyes injustas", lamentó en conferencia de prensa el prefecto del Dicasterio, el cardenal argentino Victor Manuel Fernández, allegado al papa y firmante del texto.
Interrogado sobre la doctrina de la Iglesia, que considera siempre los actos homosexuales como "intrínsecamente desordenados", demostró que se "podrían encontrar otras palabras más adaptadas", al mismo tiempo que se demostró favorable a la despenalización de la homosexualidad.
Desde su elección en 2013, el papa Francisco insiste en la importancia de una Iglesia abierta a todos, incluso los fieles LGBT+, pero sus esfuerzos encuentran fuerte resistencia.
Ante la prensa, monseñor Fernández respondió a los ataques crecientes que lo acusan de traicionar la doctrina católica.