Desde el 2020, la educación dominicana vive una situación atípica, provocada por la pandemia de la COVID-19 que obligó al país a reformular la manera de impartir docencia.
Ya para el 2021, la disminución en los contagios y las estrategias que habían implementado las autoridades para sobrellevar la situación en términos de educación, provocó que se retornara a una relativa “normalidad”.
Sin embargo, para finales del 2021 y en lo que va de este 2022, los escándalos dentro del Ministerio de Educación (Minerd) opacaron la gestión del ministro Roberto Fulcar, a tal punto que fue destituido del cargo.
La educadora y escritora Bienvenida Polanco-Díaz asegura que Fulcar realizó su esfuerzo de servir al país desde una posición delicada y de por si tradicionalmente conflictiva, al tiempo en que señala que si el exfuncionario cometió errores, tiene la oportunidad de justificarlos ante las autoridades competentes.
“La destitución de un ministro no es sólo fracaso de un gobierno, lo es también para el país. Hay que seguir adelante, si algo ha quedado claro es que la práctica de jugar desordenadamente con los recursos del Estado definitivamente ha tomado derroteros más arriesgados”, afirma.
De igual manera, pondera la designación de Ángel Hernández como nuevo ministro de Educación, y dijo que su formación académica bien pudiera ser de utilidad para garantizar un mejor desempeño de la educación dominicana.
“Amén de ser el ideador y cofundador de la primera universidad dominicana a distancia, semipresencial, que justamente atendía en sus inicios a aquella población de maestros requeridos de una adecuada instrucción académica. Es una persona de mentalidad abierta, como debe ser en los tiempos que corren. Su proceder ha sido siempre de altura. Se espera mucho de un ministro con capacidad de apertura y experiencia, egresado de la PUCMM, y doctorado en Grenoble, Francia”, agrega.
¿Se avanzó en calidad educativa?
Aunque reconoce el reto que ha significado encarar el sistema educativo en medio de la pandemia, Polanco-Díaz considera que en el recién finalizado año escolar se destacan pocos avances significativos en términos de calidad en educación.
La maestra dice que, por el contrario, “se avanzó sobre el mismo camino errado de siempre, es decir, esperando y aun exigiendo al profesorado del sistema escolar público lo que no puede dar”.
“A despecho de ciertas medidas excedidas en compras y tecnologías, hay que reconocer que fue un reto mayúsculo encarar el sistema educativo en medio de una pandemia mundial. Por supuesto que la frase ´Revolución educativa´ es por demás exagerada”, indica.
La especialista en Filología-Teoría de la Literatura cuestiona, además, si ahora será el momento de cumplir con las expectativas sobre un gasto ajustado del 4 %, pendiente desde 2013; y si se continuará con las tradicionales medidas superficiales, construyendo ´miles de aulas´ simultáneamente junto al deterioro de las existentes.
Polanco-Díaz asegura que la nueva educación necesita eliminar los antiguos y obsoletos espacios físicos que han albergado a los estudiantes en el país, “pintados de verde cotorra y amarillo pollito”.
“Eso por un lado. Se requiere eliminar los antiguos edificios y volver a construirlos, modernos, en espacios amplios, luminosos y dotados con el adecuado transporte. Al estilo de los mejores colegios católicos… Se impone la urgencia de rescatar los contenidos clásicos, que soportan, por su peso y calidad, el paso del tiempo, en todas las áreas, tanto en Humanidades como en las ciencias naturales. Y respecto a las tecnologías, conferirles sólo el justo tratamiento: de herramientas de crecimiento humano, en todo sentido”, comentó.
Mientras que la exministra de Educación, Alejandrina Germán, entiende que la educación es una prioridad para cualquier gobierno, y que lo más importante para cualquier ministro es hacerse acompañar de todo lo que se avanzó en años anteriores, como el Pacto por la Reforma Educativa; los planes decenales de educación; los planes quinquenales, entre otros aspectos.
“Siempre lograr la mayor participación y apoyo posible de todos los educadores e instituciones educativas envueltas en el proceso. Educación es un sector en el que no se pueda trabajar de manera aislada, solo con las personas del Ministerio”, indica.
Germán concuerda con la educadora Polanco-Díaz, en cuanto a la ponderación del nuevo ministro de Educación.
“Ángel Hernandez, que es un profesional de alta calidad, y con mucha responsabilidad y experiencia, se haga apoyar, acompañar por todas las instituciones de la sociedad civil”, precisa.