El demógrafo José Miguel Guzmán consideró que no siempre respaldadas por datos, las preocupaciones sobre el impacto negativo de la migración van desde problemas de integración y cargas económicas hasta competencia laboral, delincuencia e impactos culturales.
Explicó que a nivel global, los migrantes internacionales crecieron hasta 281 millones en 2020, el 3,6 % de la población total.
Indicó que, además, los conflictos políticos y las crisis ambientales impulsan la migración forzada, en la que la mayoría se desplaza internamente, pero algunos cruzan fronteras.
“América Latina ha manejado notablemente bien la afluencia de más de 6 millones de venezolanos desde 2016, una respuesta que se considera inesperadamente efectiva dada la limitada experiencia de la región con una migración de tal escala”, agregó.
Señaló que las estimaciones de refugiados y solicitantes de asilo en todo el mundo para septiembre de 2023 proyectan hasta 36,5 millones y 6,5 millones, respectivamente. Estos migrantes frecuentemente están expuestos a graves riesgos y violaciones de derechos humanos en los diferentes corredores migratorios, como robos, enfermedades y agresiones sexuales a mujeres y niñas.
Planteó que las economías desarrolladas que enfrentan un declive demográfico y un mayor envejecimiento pueden satisfacer la nueva demanda de empleo a través de la inmigración, ya que la oferta estará ahí y los inmigrantes seguirán eligiendo países cuyas economías ofrezcan más oportunidades, incluido empleo estable, mejores salarios, salud y educación constantes. beneficios de pensiones y estabilidad política.
Explicó que los beneficios económicos de la migración son bien conocidos tanto para los países de destino como para los de origen.
Precisó que el Congreso de Estados Unidos concluyó que una mayor inmigración aumentará el crecimiento anual del producto bruto interno (PIB) del país en un 0,2% entre 2024 y 2034, lo que hará que la economía sea aproximadamente un 2% más grande para 2034 que sin esta inmigración. Para los países de origen, las remesas son cruciales.
Los planteamientos fueron hechos por Guzmán en la conferencia “Tendencias demográficas pasadas y futuras: Temores, hechos e implicaciones políticas”. en el salón de la Asamblea General en Nueva York.
Guzmán se convirtió el pasado lunes en el primer dominicano en ser invitado como principal orador en la Comisión de Población sobre Población y Desarrollo de la ONU.
La Comisión sobre Población y Desarrollo de la ONU celebrará su 57º período de sesiones en Nueva York entre el 29 de abril y el 3 de mayo de 2024. El objetivo de este período de sesiones es realizar una evaluación de los 30 años de aplicación del Plan de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo de El Cairo y de su contribución al seguimiento y examen de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible.
Planteó que para algunos, una reducción de la población sería positiva tanto para la economía como para el medio ambiente y, por tanto, creen que los gobiernos deben comenzar a planificar un mundo en el que la población se disminuya.
Mientras otros consideran que hay más implicaciones negativas que positivas y, por tanto, la necesidad de aumentar la fecundidad y, en algunos casos, incentivar la inmigración.
Resaltó que las estimaciones y proyecciones demográficas de las Naciones Unidas muestran que, aunque la población mundial seguirá aumentando hasta el último cuarto de siglo, el equilibrio entre nacimientos y muertes será negativo en muchos países.
“Cuando se trata del temor a la disminución de la población, el hecho es que, a nivel mundial, la explosión demográfica ya no se considera una amenaza. Por el contrario, cada vez más países se sumarán a la lista de naciones donde la población disminuirá”, dijo.
La fecundidad, afirmó, ha seguido disminuyendo muy por debajo del nivel de reemplazo, alcanzando niveles nunca experimentados por ningún país.
Las intervenciones políticas, sostuvo, han demostrado que no hay una solución fácil, ya que no sólo es que las mujeres y las parejas que tienen hijos deciden tener menos de dos, sino que muchas de ellas no quieren tener hijos ni casarse en absoluto.
Planteó que las políticas actuales para aumentar la fecundidad son ineficaces cuando se trata de reducirla, por lo cual propone reexaminar los factores que influyen en la decisión de las mujeres y las parejas de hoy de tener hijos.
En cuanto al envejecimiento poblacional, dijo que el avance como sociedad hace que se esté atendiendo la demanda de servicios sociales por parte de un mayor número de personas mayores, considerando la reducción del apoyo familiar.
¿Quién es José Miguel Guzmán?
José Miguel Guzmán, nacido en La Vega, es un líder en el campo de la dinámica poblacional y el desarrollo internacional, con amplia experiencia en abordar los mayores problemas del mundo a través de enfoques basados en datos.
Ha defendido la recopilación y el uso de datos de población y salud para diseñar, monitorear y evaluar programas de población y salud a nivel mundial. También ha contribuido a fortalecer la capacidad de los gobiernos en más de 50 países de América Latina, África y Asia a través de asistencia técnica directa y capacitación.
Como parte de este trabajo, José Miguel ha apoyado el desarrollo de nuevos enfoques de recopilación, análisis y visualización de datos utilizando censos, encuestas y datos administrativos.
Su experiencia es amplia e incluye las áreas de dinámica demográfica y pobreza y adaptación al cambio climático, envejecimiento, indicadores quirúrgicos globales, temas de salud sexual y reproductiva (planificación familiar, salud maternoinfantil, salud de los adolescentes).
Recibió el Premio Laureate (2017 de la Unión Internacional para el Estudio Científico de la Población (IUSSP)) y un Diplôme d’Honneur en Démographie (2010) de la Universidad de Montreal, donde obtuvo su doctorado en Demografía.
Durante su carrera, José Miguel ha trabajado con muchas organizaciones destacadas, incluido el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la Comisión Regional de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) y el Programa de Encuestas Demográficas y de Salud (DHS). Actualmente es investigador afiliado del prestigioso centro de investigación y capacitación El Colegio de México y miembro del Patronato de HelpAge International.