El Consejo Regional de Desarrollo (CRD) llamó a las familias dominicanas, instituciones y liderazgos nacionales a redefinir sus responsabilidades sociales en 2025, enfocándose en la unidad, el desprendimiento y la confraternidad.
El organismo consideró que este cambio había sido esencial para consolidar entornos que garantizaran la paz, la justicia social y el desarrollo sostenible en la República Dominicana.
Para alcanzar este objetivo, el CRD había propuesto un cambio de mentalidad y visión en todos los sectores sociales, destacando la importancia de un buen legado para las futuras generaciones.

La entidad, representada por monseñor Jesús María de Jesús Moya, Ysócrates Andrés Peña Reyes y otros ejecutivos, advirtió sobre los efectos negativos del sectarismo y el egoísmo en el desarrollo social y estatal.
El CRD destacó que reflexionar sobre el presente y futuro nacional había sido crucial para asumir responsabilidades individuales y colectivas que permitieran alcanzar proyectos y metas urgentes.
Además, subrayó que erradicar los males sociales había requerido la participación de todos los sectores, sin distinción de edad, condición económica o ubicación geográfica.
El organismo consideró que los valores habían debido inculcarse en el hogar y transmitirse mediante el ejemplo, con los padres desempeñando un papel fundamental en la formación de niños y jóvenes.
Asimismo, señaló que los liderazgos nacionales habían tenido que actuar como modelos a seguir, guiando a la población hacia objetivos comunes y sustentables.
El CRD resaltó que el egoísmo había sido un obstáculo tanto en las familias como en las instituciones, fomentando irracionalidad y sentimientos improductivos.
Finalmente, el Consejo exhortó a la sociedad a adoptar la unidad, la confraternidad y el amor como bases para construir "un mejor presente y futuro en República Dominicana".