La Comunidad del Caribe (Caricom) y Estados Unidos insistieron este lunes en la necesidad de acelerar una transición política en Haití y de desplegar una fuerza multinacional, a la que Washington comprometió 100 millones de dólares adicionales a 200 ya comprometidos previamente.
Al término de la reunión, celebrada en Kingston, el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, el presidente de turno de Caricom y mandatario de Guyana, Irfaan Ali, y el secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, se mostraron "optimistas".
Ali dijo estar "muy seguro" de que han encontrado "puntos en común" para apoyar una solución liderada por las partes haitianas, aunque no dio detalles sobre los avances alcanzados.
"Estamos progresando", afirmó el primer ministro de Jamaica, mientras que Blinken indicó de que las conversaciones se están moviendo en "una dirección positiva".
La Caricom y representantes de partidos de Haití acordaron crear un consejo presidencial, conformado por siete miembros. Se trata de los partidos Colectivo del 30 de enero, RED/EDE, Pitit Desalin/Reveli national, Accord du 21 de diciembre, Montana/Fanmi Lavalas y dos entidades de la sociedad civil en calidad de observadores.
Fue acordado que las organizaciones políticas y sociales presenten los nombres de los siete miembros del Consejo Presidencial en un plazo de 48 horas.
Haití, en "un punto de inflexión"
La violencia en la capital haitiana, Puerto Príncipe, ha aumentado significativamente desde que el pasado 28 de febrero se supo que el primer ministro, Ariel Henry, se comprometió a celebrar elecciones antes de finales de agosto de 2025, una fecha muy lejana si se considera que debió concluir su mandato este 7 de febrero.
La presión internacional es cada vez mayor para pedir la renuncia de Henry -varado en Puerto Rico desde el pasado martes-, aunque no hubo llamados directos al respecto en la reunión de hoy en Jamaica.
"Está claro que Haití se encuentra ahora en un punto de inflexión", afirmó Holness, quien fue secundado por Ali, el cual denunció que el país caribeño, miembro de Caricom, "está al borde del desastre".
"Debemos tomar medidas rápidas y decisivas", aseveró Ali, quien dijo que las discusiones "no han sido fáciles" y están centradas en "presentar opciones y ideas" a las partes haitianos.
Al respecto, Blinken insistió en "la propuesta conjunta desarrollada con Caricom y partes haitianas interesadas para acelerar una transición política en Haití".
Blinken subrayó que esa transición incluye "la creación de un consejo presidencial independiente, de base amplia e inclusivo que tome pasos concretos para satisfacer las necesidades inmediatas del pueblo haitiano".
En segundo lugar, debe permitir "el rápido despliegue de la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad" y, en tercero, "crear la situación de seguridad que es necesaria para celebrar elecciones libres y justas y que llegue la ayuda humanitaria", agregó.
EEUU aumenta su ayuda a la misión multinacional
En la rueda de prensa, Blinken anunció que su país va a aumentar su ayuda a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad, autorizada por la ONU, a 300 millones de dólares.
El Gobierno estadounidense había decidido previamente aportar dos partidas de 100 millones de dólares cada una, procedentes del Departamento de Estado y del de Defensa, y ahora va a doblar la segunda.
Blinken comprometió asimismo una ayuda humanitaria adicional de 33 millones de dólares para apoyar la salud y la seguridad alimentaria en Haití.
El secretario de Estado estadounidense hizo hincapié en que, debido a la escalada de la violencia en el país caribeño, esa misión multinacional es "más importante que nunca" y que su despliegue debe ser "lo más rápido posible".
Sin embargo, el despliegue de unos 1.000 policías kenianos que liderarían la misión sigue en punto muerto y no ha habido ningún movimiento desde que Kenia y Haití firmaron el pasado día 1 un acuerdo bilateral solicitado por los tribunales del país africano para permitir la movilización del contingente.
A la reunión en Jamaica asistieron también varios líderes de Caricom, como la primera ministra de Barbados, Mia Mottley; la canciller mexicana, Alicia Bárcena; la ministra francesa de Estado para el Desarrollo, Chrysoula Zacharopoulou; y Earle Courtenay Rattray, jefe de gabinete del secretario de la ONU, António Guterres.
Todos coincidieron en que la solución a la crisis en Haití debe ser "liderada" por las partes haitianas pero con "el apoyo crucial" de los países miembros de Caricom y otros socios internacionales como EE.UU., Canadá y Francia.
El presidente Luis Abinader explicó que República Dominicana apoya todos los esfuerzos de la comunidad internacional a la que, no obstante, advirtió de las consecuencias si no actúa en Haití con la rapidez necesaria.
Dijo, además, que ve "muy interesante" que El Salvador forme parte de la Misión de Apoyo Internacional para la Seguridad de Haití, después de los comentarios hechos la víspera por el presidente salvadoreño, Nayib Bukele.
El gobernante salvadoreño dijo que, al igual que sus políticas acabaron con la violencia de las pandillas en El Salvador, convirtiendo a su país -según sus palabras- en el más seguro de América Latina, también pueden "aniquilar" las bandas que controlan Haití.
"Podemos arreglarlo (la violencia en Haití). Pero necesitaremos una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, el consentimiento del país anfitrión y cubrir todos los gastos de la misión", manifestó Bukele.