El destituido comandante general Juan José Zuñiga, acusado de un "intento de golpe de Estado" en contra del Gobierno del presidente boliviano, Luis Arce, fue capturado al salir de la sede del Estado Mayor de Bolivia, luego de que lideró a un grupo de militares que con tanques irrumpieron en la sede del Ejecutivo en la ciudad de La Paz.

Zuñiga afirmó en el momento en que era capturado que el presidente Arce le ordenó sacar los "blindados" para "levantar" su popularidad.

"Hablaré con detalles: el día domingo, en el colegio La Salle me reuní con el presidente y el presidente me dijo que la situación está muy jodida, que esta semana sería crítica y es necesario algo para levantar mi popularidad", dijo Zuñiga durante su captura.

Zuñiga afirmó que el presidente Arce le habría pedido realizar un movimiento militar.

"Yo le pregunté: ¿sacamos los blindados? y él (Arce)" respondió "sacá", agregó.

El destituido jefe militar dio una lista de los vehículos que supuestamente Arce le ordenó mover.

"En la noche empiezan a bajar seis cascabeles y 6 urutús, más 14 zetas del regimiento de Achacachi", mencionó.

Zuñiga fue detenido y trasladado a una celda en la sede de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen, mientras que la Fiscalía anunció una "investigación penal" en contra suya y los militares que irrumpieron en la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno.

Antes de relevar a toda la Cúpula de las Fuerzas Armadas, Arce encaró a Zuñiga en la puerta de la Casa Grande del Pueblo, sede del Gobierno, y que fue tumbada por un tanque militar, y le ordenó "replegar" a los militares que lo acompañaban.

"Repliegue todas estás fuerzas es una orden", le gritó Luis Arce a Zuñiga.

El general dio otra versión al calor de la intentona

Lo cierto es que el presidente Arce le gritó en la cara al general que desmovilizara a las tropas, denunció un intento de golpe de Estado, cambio a los altos mandos y luego se mostró victorioso.

"Nadie nos puede quitar la democracia que hemos ganado (…) Estamos seguros nosotros vamos a seguir y vamos a seguir trabajando", señaló desde un balcón del palacio de gobierno frente a cientos de seguidores.

Zúñiga, el general sublevado que busca impedir el regreso del expresidente Evo Morales al poder en 2025, aseguró en medio de la intentona que los militares pretenden "reestructurar la democracia" en Bolivia y exigió la liberación de opositores presos.

"Las Fuerzas Armadas pretenden reestructurar la democracia, que sea una verdadera democracia. No de unos cuantos, no de unos dueños que ya tienen 30, 40 años manejando el país", dijo en las afueras de la sede presidencial, rodeado de soldados y unas ocho tanquetas militares.

Evo Morales, rival de Arce dentro del partido oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS) que busca regresar al poder el año próximo, denunció un "golpe de Estado".

"Convocamos a una movilización nacional para defender la Democracia frente al golpe de Estado que se gesta a la cabeza" del general Zúñiga, añadió.

"Quebramiento del orden"

Desde el martes circulaban rumores sobre la probable destitución del jefe del Ejército, en el cargo desde noviembre de 2022, y quien se opone tajantemente a que Morales, ex aliado de Arce, vuelva al poder.

En una entrevista el lunes con un canal de televisión, Zúñiga aseguró que detendría a Morales si insiste en postularse a la presidencia en 2025, pese a que fue inhabilitado por la justicia electoral.

"Legalmente está inhabilitado, ese señor no puede volver a ser más presidente de este país", dijo Zúñiga.

Morales, primer presidente indígena de Bolivia, promovió reformas constitucionales para poder gobernar durante tres mandatos consecutivos, de 2006 a 2019.

Aunque perdió un referéndum en 2016 para poder presentarse a las elecciones cuantas veces quisiera, se aferró al poder, y finalmente se vio forzado a renunciar en medio de un estallido social, tras ser acusado de fraude electoral para obtener un cuarto mandato.

Hace seis meses el Tribunal Constitucional inhabilitó a Morales como candidato presidencial para la contienda de 2025, aduciendo que la reelección indefinida no es un "derecho humano", como había señalado en otra sentencia de 2017.

Pero Morales busca no obstante este año la nominación a la presidencia en representación del MAS, mientras que Arce, en el poder desde 2020, no se ha pronunciado sobre si buscará la reelección.

Estados Unidos llamó "a la calma" en Bolivia y "está siguiendo de cerca la situación", declaró a la AFP una portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó en la red social X "cualquier forma de golpe de Estado" en Bolivia.

La Organización de Estados Americanos (OEA) dijo por su lado que "no tolerará ninguna forma de quebrantamiento del orden constitucional" en Bolivia.

(CON INFORMACIONES DE LAS AGENCIAS EFE Y AFP)