Organizaciones religiosas y defensoras de los derechos humanos dominicanas y extranjeras solicitaron la presidente Luis Abinader detener las deportaciones de haitianos indocumentados ante la total violencia e inseguridad que se vive en Haití.
"Hacemos un llamado al presidente de la República, Luis Abinader Corona, y a las instituciones competentes a una reflexión seria, al diálogo y acciones, basadas en los derechos humanos", expresaron las organizaciones en un documento hecho llegar a EFE.
Entre esas organizaciones figuran la Arquidiócesis de Santo Domingo, Centro Montalvo, Asociación Scalabriniana al Servicio de la Movilidad Humana (ASCALA) y Misioneros Dominicos.
"La distinción entre migrantes y sus descendientes y aquellos que en los últimos años han residido en el país de forma regular, es esencial para una política migratoria justa y eficaz que garantice el cumplimento pleno de la ley (de migración) 285-04 y como lo establece la ley 169-14 del 21 de mayo 2014, para la regularización y naturalización", refirieron.
A juicio de las organizaciones, está claro que una docena de familias campesinas o de un barrio marginado de Santo Domingo no son quienes ponen en peligro la seguridad nacional. "El hueco que causa mayor inseguridad en nuestra frontera es la corrupción".
Recordaron la indignación causada por los operativos migratorios en "nuestros bateyes", como de 15 de marzo pasado, a las 2 de la madrugada en las comunidades de la provincia de El Seibo (Villa Guerrero, Santa Lucía, Kilómetro 4 y Kilómetro 8). "En donde hubo violencia física y psicológica contra niños, mujeres embarazadas y personas vulnerables".
Expresaron "llantos de dolor" por personas detenidas que deben pagar sumas exorbitantes para regresar a sus hogares. "Como país, estamos obligados a actuar dentro de un marco legal que respete la dignidad humana".
Otras organizaciones al pie de documento son Rayjon Share Care, de Canadá, y Dominicans fort Justice and Pace.
"Como comunidad de fe, creemos que cada persona es creada a imagen de Dios y merecedora de respeto y amor. El mandato de amar al prójimo como a nosotros mismos nos impulsa a buscar soluciones justas y compasivas, que reflejen los valores de nuestro Creador", agregaron.
En ese orden, aludieron al mensaje de los obispos dominicanos con motivo del 27 de febrero de 2021 donde, citando al papa Francisco, expresaron: "Comprendo que ante las personas migrantes algunos tengan dudas y sientan temores. Lo entiendo como parte del instinto natural de autodefensa. Pero también es verdad que una persona y un pueblo solo son fecundos si saben integrar creativamente en su interior la apertura a los otros".
Las entidades firmantes consideraron que, las acciones que se ejercen ante cualquier situación de crisis, deben siempre respetar la dignidad humana y ajustarse a las leyes nacionales e internacionales. Esto incluye un trato humano para todos los migrantes y sus descendientes y procesos justos y transparentes para la regularización y renovación de documentos.
Oficinas de las Naciones Unidas han solicitado recientemente al Gobierno dominicano detener las deportaciones de haitianos indocumentados, pero las autoridades nacionales han respondido que no lo harán, al considerar que las leyes de migración así lo ordenan y reiterar de que la solución a los problemas de Haití no pueden ser buscados en República Dominicana.