La tarde del miércoles 17 de julio de 2024 se presentó como una jornada típica en Santo Domingo. El Sol brillaba alto en el cielo y la brisa cálida acariciaba las calles. Sin embargo, la rutina se vio interrumpida por una manifestación cargada de tensión y esperanza.

A las 4:20 p. m., más de un centenar de ciudadanos y ciudadanas comenzaron a congregarse frente al imponente Palacio Nacional. El motivo: exigir un nuevo Código Penal que respete los derechos de todas las dominicanas y todos los dominicanos, especialmente en relación con las tres causales.

El ambiente cobraba cada vez más vida a medida que más y más personas llegaban al lugar. Familias enteras, jóvenes y ancianos, todos unidos por una causa común, llenaban la plaza con su presencia.

Las vallas de metal que cercaban a los protestantes, acompañados considerable de agentes policiales, con sus uniformes grises, chalecos negros y sus rostros tensos, ejercían un contraste muy marcado con todos los colores que trataban de ser contenidos en ese ya abarrotado perímetro.

Miembros de Colesdom en la manifestación – Foto: © Juan Antonio Guio. ACENTO Fecha: 17/07/2024

Se observaban en cada esquina, carteles coloridos, banderas ondeantes, y pancartas con consignas sostenidas por personas de diversas edades y procedencias, pero sobre todo con mucha historia detrás, que mostraban una determinación profunda, alimentada por un sentimiento de inconformidad y justicia.

Minutos antes del inicio formal, el aire se sentía pesado y cargado. El calor se hacía sentir con más intensidad, lo que mermó temporalmente el ánimo de los presentes, quienes, con semblantes afligidos, se mostraban evasivos con la prensa que difundiría sus demandas.

De repente, la atmósfera cambió, cuando Natalia Mármol, directora asociada del Women’s Equality Center, y Rstalin Montero, expresentador de noticias, asumieron el papel de presentadores con una energía casi contagiosa. Sus voces resonaban a través de los altavoces, presentando a una serie de figuras destacadas en el ámbito de la inclusión y el feminismo. La diversidad de la manifestación se reflejaba en los rostros y vestimentas de quienes se asomaban al centro del círculo como escenario improvisado.

Entre cada una de las breves charlas, los protestantes, con indignación, pero con poder, vociferaban distintas proclamas.

Una lucha por “derechos fundamentales”

A las 5:30 p. m., Mary Fernández, socia fundadora de la firma Headrick Rizik Alvarez & Fernández, dio inicio a las intervenciones. Con una voz firme y mirada decidida, Fernández habló sobre las tres causales y los derechos fundamentales de las mujeres. Sus palabras, cargadas de convicción, resonaban en el aire caliente de la tarde.

“Código penal contra la impunidad, código penal contra la impunidad”, coreaban los manifestantes con fuerza, sus voces unidas en un clamor que reverberaba en búsqueda de las paredes del Palacio.

Silvia Soto subió al escenario poco después, criticando con vehemencia la propuesta de tribunales militares. Con un semblante serio y una postura erguida, captó la atención de todos los presentes. Su discurso resonó a través de un micrófono mientras gesticulaba con las manos para enfatizar sus puntos.

Describió duramente estas iniciativas como reminiscencias de regímenes autoritarios y antidemocráticos, y rechazó cualquier intento de retroceder en términos de derechos humanos, derechos de las mujeres y de las minorías. Sus palabras encendieron aún más la pasión de los presentes.

“Tres causales en el código penal, tres causales en el código penal”, repetían con insistencia, sus voces ahora más altas y decididas.

Aproximadamente a las 5:45 p. m., Nicole Pichardo, excandidata a diputada del partido Opción Democrática, tomó la palabra. Con un tono carismático y seguridad en cada frase, Pichardo habló sobre la corrupción y la importancia de un mejor Código Penal para la juventud. Sus palabras resonaban con fuerza, reflejando el sentir de una generación molesta que se cansó de lamentarse y decide salir a las calles en búsqueda de un futuro mejor.

"Nos han robado el futuro, no podemos permitir que aprueben este Código Penal, siendo la peor versión. Sobre todo porque nosotras y nosotros merecemos un mejor código", exclamó Pichardo.

Representantes de diversas organizaciones, incluyendo mujeres con discapacidad y la comunidad LGBTQ+, tomaron el micrófono a continuación. Rosalba Díaz de Diversidad Dominicana y Juanjo Cid de Opción Democrática, entre otros, destacaron la falta de protección y la discriminación presente en el actual Código Penal.

“A las autoridades les quedan dos caminos: unirse al pueblo o a los asesinos, proclamaron, sus voces firmes y desafiantes.

Por un Código Penal

La manifestación concluyó a las 6:10 p. m. con la lectura coreada y apasionada de la proclama oficial, dirigida por Mármol y Montero.

La multitud, con los rostros iluminados por el entusiasmo y el sudor, escuchaba y repetía católicamente cada palabra. La proclama destacaba la necesidad de un Código Penal que proteja a todas las personas sin discriminación y que sancione adecuadamente la violencia y la corrupción.

La parte final de la extendida petición resonó con fuerza en el ambiente, subrayando las demandas de los manifestantes:

"Presidente Abinader, le recordamos el compromiso que usted asumió, y también su partido PRM que usted lidera, con votar por un nuevo Código Penal, de avance y no de retrocesos".

Las voces de los asistentes se unieron en un clamor colectivo, sus palabras se hicieron eco, cargadas de autoridad y exigencia, reverberando en las paredes del Palacio Nacional y más allá, en cada rincón de Santo Domingo.

La lucha por un Código Penal justo y equitativo había cobrado vida y realmente, no hizo nada más que empezar, impulsada por el fervor y la convicción de quienes se niegan a conformarse con menos de lo que se autoconvencieron como justo y bueno.

A las 6:20 p. m., los manifestantes, con sus banderas y pancartas en alto, se tomaban fotografías para inmortalizar el momento, mientras los organizadores anunciaban que la manifestación continuaría el próximo miércoles a la misma hora y lugar, "hasta que el presidente Luis Abinader cumpla con lo prometido".