Un sismo de magnitud 4,9 en la escala abierta de Richter se sintió con inusitada intensidad en la capital chilena aunque su epicentro estuvo en su precordillera andina cubierta de humo y fuego por incendios supuestamente intencionales que han afectado zonas habitadas matando entre 10 y 16 personas, según cifras preliminares.
El movimiento telúrico en cambio no causó víctimas y su epicentro fue localizado a unos 100 kilómetros de profundidad y a 12 kilómetros de la localidad de Los Andes, situada unos 80 kilómetros al oeste de Santiago de Chile, explicó el Servicio de Sismología de la Universidad de Chile.
La sacudida ocurrió a las 21:48 hora local (01:41 GMT del sábado) y se sintió igualmente en la región costera de Valparaíso y Viña del Mar, cuyos alrededores son también hoy escenario de una pavorosa cadena de incendios inicialmente forestales.
Chile está localizado en la zona sureste del cinturón de fuego del Pacífico, la zona más sísmica del mundo, y sufre permanentemente cientos de pequeños movimientos telúricos a causa de la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Suramericana.
En 1960, la región meridional chilena de Valdivia sufrió el terremoto más potente registrado en los tiempos modernos, de magnitud 9,6 en la escala abierta de Richter y causó la muerte a 1.655 personas.
Incendiadas un millar de casas. Emergencia con toque de queda
"No tenemos un número confirmado de víctimas. Tenemos datos distintos, algunos reportes hablan de 10 personas, otros de 16, pero tendremos un número más consolidado" en el transcurso de la mañana de este sábado, informó la ministra del Interior, Carolina Tohá.
Tohá dijo que se estima que hay un millar de viviendas afectadas y anunció un toque de queda desde las 08:00 hora local hasta el mediodía del sábado en varias localidades de la región de Valparaíso para agilizar la llegada de servicios de emergencia y evitar desplazamientos innecesarios.
Entre los sectores más afectados por el fuego se encuentran las localidades de Quilpué y Villa Alemana y sectores como El Olivar y el Canal de Chacao, ubicados en cerros que rodean la ciudad costera de Viña del Mar.
"Estamos frente a una catástrofe sin precedentes", reconoció horas antes la alcaldesa viñamarina, Macarena Ripamonti.
Al filo de la medianoche, el presidente, Gabriel Boric, decretó el estado de excepción por catástrofe en la región de Valparaíso, lo que le permite movilizar recursos de manera más rápida para sofocar los incendios.
"La situación de los incendios forestales especialmente en la quinta región es muy difícil por las temperaturas y vientos, pero sepan que estamos desplegados al máximo de las capacidades para enfrentar la emergencia", añadió el mandatario.
Los incendios coinciden con una de las olas de calor más intensas de los últimos años, con temperaturas que han rozado los 38 grados Celsius en la zona central.
Por la simultaneidad de los fuegos, la ministra Tohá dijo que se sospecha que fueron "intencionales" y alertó de que la región volverá a registrar altas temperaturas el fin de semana y fuertes rachas de viento, lo que puede avivar las llamas.
Ola de incendios más mortífera de su historia
Chile vivió el año pasado la ola de incendios más mortífera de su historia, que dejó 27 personas fallecidas y miles de viviendas destruidas en regiones del centro-sur del país, como La Araucanía, Biobío y Ñuble.
Los expertos lo achacan a un aumento de las temperaturas fuera de lo normal y al impacto de un modelo forestal basado en el monocultivo de pino y eucalipto.
Aunque Chile ha vivido uno de los inviernos más lluviosos de los últimos 15 años, los especialistas llevan meses alertando de que la sequía no ha desaparecido y de que existe una gran probabilidad de que se desarrolle vegetación fina y muerta en la zona centro-sur de fácil combustión.