La violencia contra las mujeres es un asunto de carácter estructural y sistémico asociado a las desigualdades de género y de poder que tiene su fundamento en la sociedad patriarcal, por lo que su erradicación requiere de un gran cambio y transformación cultural.
Así lo consideró Sergia Galván, defensora de los derechos de las mujeres, explicando que República Dominicana sigue ocupando los primeros lugares en América Latina entre los países más sangrientos y violentos contra las mujeres y las niñas.
“La violaciones sexuales e incesto es una práctica que ocurre bajo el manto del silencio, la complicidad de las familias, las iglesias y la impunidad en la justicia”, precisó.
Sobre el tema de la justicia, mencionó el caso del expelotero de los Cardenales de San Luis, Juan Encarnación, acusado de agresión sexual a su hija de 11 años, el cual calificó como “un ejemplo claro de cómo la justicia le falla cada día a las niñas víctimas de abuso sexual. Igualmente, el caso de actor Andrés Castillo, con evidencias de acoso y coacción a una niña de 14 años”.
Asimismo, Galván señaló que al alrededor del 50 % de las órdenes de arresto contra agresores no se ejecutan, incrementando de esa manera el riesgo para las mujeres y sus familias.
Sobre el particular, afirmó que “son muchos los casos en que las mujeres son asesinadas luego de estar dentro del sistema de justicia, luego de haber puesto denuncia. No existe un sistema para el seguimiento a las órdenes de alejamiento. La lentitud, costo, revictimización y corrupción en el sistema de justicia provoca que muchas mujeres desistan de continuar con sus casos. Eso sí, luego las culpan a ellas”.
En tal sentido, explicó que como la Ley 24/97 es de tipo intrafamiliar se quedan sin la debida protección víctimas de otros tipos y ámbitos de la violencia, como el acoso laboral, el acoso callejero, la violencia obstétrica, la violencia clerical, la violencia cibernética, la violencia patrimonial, la violencia económica y la violencia política, entre otras.
Dijo que desde el 2012 se ha estado trabajando para una ley integral contra la violencia hacia las mujeres, pero afirmó que el Congreso Nacional no la ha aprobado.
Aunque resaltó que desde hace 41 años, cuando se propuso instaurar el 25 de noviembre como el día para la eliminación de la violencia contra las mujeres, en República Dominicana se han hecho grandes esfuerzos para visibilizar la violencia como un problema de Estado y no como un asunto privado, Galván también mencionó otros retos que el país enfrenta.
“Sin dudas, hemos avanzado, existe una mayor conciencia social sobre la violencia como un problema de orden social, por eso se contabilizan alrededor de 70,000 mil denuncias al año; ha habido una mejora significativa de las mujeres al acceso a la justicia; ha mejorado la seguridad de las mujeres luego de contar con 14 Casas de Acogida; el Ministerio de la Mujer ha ampliado su cobertura de servicios de atención y prevención a todo el territorio nacional y se ha puesto en marcha el servicio de reparación para víctimas en situación de extrema de pobreza”, precisó.
Pero, cree que el país aún tiene enormes desafíos, de los cuales citó algunos:
–República Dominicana ocupa el tercer lugar en la región en feminicidios a mano de parejas y exparejas. En el país ocurre un feminicidio u homicidio de mujeres, en promedio cada dos días.
-Se requiere una mejora significativa de la calidad y cobertura de acceso a la justicia, establecer por lo menos una Unidad Especializada en Atención a la Violencia del Ministerio Público en cada municipio.
-Se requiere una mayor eficiencia de la Policía Nacional en la ejecución de las órdenes de arresto.
-Es necesario una mayor inversión en prevención de la violencia.
-Se debe ampliar la política de reparación para víctimas.
-Es imperante armonizar conceptualmente los indicadores de violencia y mejorar el registro estadístico, así como la disponibilidad de los datos.
Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
Este 25 de noviembre se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, en memoria de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, quienes fueron asesinadas en esa misma fecha en 1960 por ordenes del dictador Rafael Leonidas Trujillo.