José Gregorio Custodio, el hombre que falleció en San José de Ocoa tras ser apresado y llevado al cuartel policial, falleció de un infarto, de acuerdo a los resultados de la primera autopsia.

Sin embargo, el infarto no habría sido provocado por los golpes que presentaba su cuerpo y que habrían sido propinados por los mismos agentes policiales.

Así lo han informado a ACENTO los familiares de Custodio, quienes explicaron que la autopsia reveló que los golpes no fueron la causa de muerte del hombre de 38 años.

La familia no se siente conforme con estos resultados, alegando contradicción en la autopsia, por lo que ayer solicitaron a la directora general de Persecución del Ministerio Público, Yeni Berenice Reynoso, la realización de una necropsia.

 

La magistrada, quien fue designada para coordinar las investigaciones de los casos de ciudadanos que han muerto después de estar retenidos en cuarteles de la Policía Nacional, accedió a dicha solicitud y además prometió a la familia armar un expediente completo del caso para entregárselo.

José Gregorio Custodio murió el pasado 18 abril, un día después de ser apresado por agentes policiales.

De acuerdo a sus familiares, el Sábado Santo, Gregorio había tomado alcohol, se puso "un poco impertinente" y su pareja llamó a la Policía.

Al ver a los agentes, el hombre de 38 años, se había asustado porque anteriormente habían sucedido otros episodios con policías y ya “les tenía miedo”. Corrió e intentó esconderse en la clínica Arias, en donde los agentes empezaron a golpearlo.

En un video de las cámaras de seguridad de la zona se observa cuando los policías lo lanzan al suelo y le ponen un pie en el cuello, inmovilizándolo.

Posteriormente, los agentes lo trasladaron al cuartel policial y ahí siguieron golpeándolo de tal manera, que en la noche del siguiente día tuvieron que llamar a una ambulancia del 911 para trasladarlo al hospital.

Una fuente dijo a ACENTO que ese día escuchó cuando alguien dentro del cuartel habría dicho: “llévalo, que ese muchacho está frío”.

Y ciertamente, Gregorio estaba en una condición tan mal, que murió unas horas después.