Una hermana del guerrillero Polo Rodríguez Sánchez, Margarita Rodríguez Sánchez, sostuvo que su hermano guerrillero del Movimiento Revolucionario 14 Junio, sí era médico y había completado sus estudios y prácticas, aunque no se había graduado.
Con una carta dirigida a la dirección de Acento, la hermana de Polo Rodríguez Sánchez desmintió un articulo del historiador Juan Ventura, publicado en Acento el 9 de febrero del 2019, y que ella erróneamente atribuye al director de este diario.
“Por favor, que deje descansar sus restos sagrados, ya que nunca pudo resaltar sus virtudes tales como honestidad a toda prueba, honradez, inteligencia y humanidad. Ya que le han negado su lugar en la historia, por lo menos no lo disminuyan”, dice Margarita sobre Polo Rodríguez, quien siempre ha sido reconocido como un patriota y un camorrista entregado a la causa de la libertad y la democracia dominicana.
La carta es la siguiente:
Santo Domingo, D.N.
2 de febrero 2023
Señor Director de Acento:
En mi condición de hermana más pequeña de nuestro nunca olvidado hermano, Hipólito Rodríguez Sánchez, acaecido su deceso en la sección La Horma, del Municipio de San José de Ocoa, el día 10 de diciembre de 1963, y con relación a su artículo titulado “Los guerrilleros Polo y Escaño no eran médicos”.
Por este medio quiero rectificar al señor Pérez Modesto su desafortunada opinión sobre nuestro héroe.
Mi querido hermano cursaba el 6to. año de la carrera de Medicina, siendo un médico no graduado que efectuó en el Hospital Juan Pablo Pina de San Cristóbal trescientos (300) partos naturales, sin los cuales no se obtendría dicho título en la época de Trujillo, y de lo cual pueden testificar médicos compañeros que cursaban juntos y quienes aún están vivos. No como ahora que se gradúan “médicos virtuales” que no saben ni poner una inyección.
Por favor, que deje descansar sus restos sagrados, ya que nunca pudo resaltar sus virtudes tales como honestidad a toda prueba, honradez, inteligencia y humanidad. Ya que le han negado su lugar en la historia, por lo menos no lo disminuyan.
Pues mientras Hipólito ofrendó su vida en aras de la vuelta a la constitucionalidad, otros estaban debajo de la cama, y hoy son los que disfrutan de la inmolación de Hipólito.
Agradeciendo su amable atención a la presente, le saluda muy atentamente
Margarita Rodríguez Sánchez