PEDERNALES, República Dominicana.- La estructura original del hotel Senior Staff, construido a finales de los años cincuenta del siglo XX para alojar a los altos ejecutivos de la minera estadounidense Alcoa Exploration Company, debe ser preservada como patrimonio arquitectónico dominicano cuando lo intervengan para convertirlo en un hotel boutique o de lujo.
El director ejecutivo de la Dirección General de Alianzas Público-Privadas (DGAPP), Sigmund Freund, confirmó a este medio, el 19 de mayo de 2021, la inversión gubernamental de US$ 30 MM en el remozamiento y adecuación de tales edificaciones, aunque dijo que “todavía no tenemos operadores”.
El director ejecutivo del Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales y viceministro de Cooperación Internacional de Turismo, arquitecto Carlos Peguero, ha expresado que está consciente del valor arquitectónico de la edificación y del gran prestigio de su autor. “Eso será respetado”, puntualiza.
El diseño de Edgardo A. Vega Malagón (Gay Vega) forma parte de la amplia colección de planos Vega-De León donada a finales de julio de 2008 por su empresa, Vega y Arquitectos, al Archivo General de la Nación.
En la ocasión, los donantes expresaron “el interés de que sean preservados y puestos a disposición del público general para consultas”.

El maestro de la arquitectura moderna murió en 1999, a los 75 años. Había estudiado en la Universidad de Santo Domingo, hoy UASD, de donde egresó en 1946, a los 22 años, como ingeniero arquitecto.
Fue uno de los promotores de la separación de la carrera para crear la de Arquitectura y la de Ingeniería. Pertenece a la segunda generación de arquitectos de la modernidad. Fue alumno del padre de la arquitectura dominicana, Guillermo González (1900-1970), perteneciente a la primera generación que trabajó el “estilo internacional”.

González es el autor de los diseños del hotel Jaragua, las edificaciones de la Feria de la Paz (1955), el histórico Edificio Copello (1939) y la facultad de Medicina de la UASD (1942), entre otras.
Y, según la apreciación del exgerente de Relaciones Públicas de Alcoa, Víctor García Álvarez, el Junior Staff (alojamiento para ejecutivos medios) y, en el pueblo de Pedernales, el barrio Alcoa (para obreros), fueron diseñados por los arquitectos González y William Reid Cabral.
En honor a González, desde 1988, el 3 de noviembre -fecha de su cumpleaños- fue asumido mediante el decreto 503 como Día de la Arquitectura Dominicana.
Gay Vega siguió sus pasos. Perteneció a la segunda generación de arquitectos de la modernidad.

Entre su amplia gama de obras resaltan los edificios de la Superintendencia de Bancos, Banco Nacional de la Vivienda, Edificio Haché Santo Domingo, junto a su socio Manolito Baquero; Haché Santiago, con Baquero y Tim Polanco; proyecto turístico Metro, en Juan Dolio; proyecto Bávaro, con Baquero y Cristóbal Valdez; edificio de la Cervecería Bohemia, el de editora El Caribe y múltiples residencias. (Datos obtenidos de Sociedadde ArquitectosRD).
Han pasado 22 años de su deceso. Pero su nombre vuelve al escenario tras el anuncio del gobierno presidido por Luis Abinader de remozar las viejas edificaciones del hotel Senior Staff para convertirlas en un hotel de alto estándar.
Los arquitectos tendrán que preservar el diseño original para que la obra sirva de referencia a estudiantes, profesionales y al turismo patrimonial.
SITIO SOÑADO
Durante el primer lustro de los años 40, la Alcoa comenzaba sus exploraciones en la ladera sudeste de sierra Baoruco.
Pronto sabría que en aquel territorio, sobre todo en Aceitillar, había reservas por 54 millones de toneladas de bauxita, materia prima del aluminio, y caliza en la parte baja. Había gran demanda en el mercado internacional. La Segunda Guerra Mundial había comenzado (1939-1945).
Comenzó la explotación y las exportaciones de los minerales a finales de los años 50.
Para operar, la multinacional necesitaba carreteras, muelle de exportación, talleres, potentes plantas eléctricas, tanques para combustibles, áreas de entretenimiento, aeródromo, hoteles para la alta gerencia y ejecutivos que llevaron de otras provincias.
De esa época data el Senior Staff, el hotel de los altos ejecutivos. Está enclavado en farallón con vista al mar Caribe, cerca de todos los atractivos turísticos. Consta de dos pisos, cada uno con seis habitaciones y una suite al final; terrazas cubiertas entre habitaciones, ventanas panorámicas, cocina, bar-restaurante, billar, salones y una piscina con agua salada que era bombeada cada semana desde el mar. El de los trabajadores: dos niveles, 15 habitaciones, restaurant, área de juegos y un salón. Está situado cerca del local de la Marina y de los talleres.
https://acento.com.do/ecologia/hotel-boutique-estara-en-area-privilegiada-de-cabo-rojo-8946522.html.
Era el sitio soñado por muchos pedernalenses. Pero jamás tocaron sus paredes interiores, hechas con cemento y arena de río importadas de la capital. Hoy, tres décadas después de la partida de la empresa transnacional, a mediados de los ochenta del siglo XX, quizá tampoco las conozcan. Mucho menos su valor arquitectónico.
El Gobierno se ha propuesto desarrollar el destino turístico Pedernales mediante el modelo de Alianzas Público-Privadas (APP). Para ello, el presidente Abinader ha emitido a finales de diciembre de 2020 el decreto 724 que sustenta el Fideicomiso Pro Pedernales. Comenzará por Cabo Rojo, a 17 minutos al este-sur del municipio.
Construirán entre 1,300 y 1,600 habitaciones hoteleras de la meta de 16 mil en diez años; vías de acceso a los atractivos naturales, acueducto, sistema de energía renovable, aeropuerto internacional, carretera Enriquillo-Pedernales (ampliación y eliminación de curvas), carretera panorámica Cabo Rojo-Aceitillar-Puesto Escondido, remodelación y adaptación del muelle para uso turístico. E instalarán una red de fibra óptica para convertir la provincia en un “destino inteligente”.
Peguero, director ejecutivo del proyecto, ha manifestado que ejecutarán un modelo diferente para un turista exigente, fuera de los parques nacionales Jaragua y Baoruco, sin uso de plásticos, mínima producción monóxido de carbono, uso de vehículos eléctricos y sin sobrecargar con masiva asistencia los atractivos turísticos como el cañón Pelempito, Bahía de las Águilas, senderos, cenotes, cuevas con arte taíno.
Según el funcionario, “el presidente me pregunta a menudo cómo va el proyecto; él es el más interesado en echarlo a caminar”.
La provincia Pedernales cuenta con dos municipios, la capital con el mismo nombre, y Oviedo. Dos distritos municipales: Juancho y José Francisco Peña Gómez. Una superficie de 2,080 kilómetros cuadrados. Una población inestable en vista de la crisis económica. En algún momento ha pasado de 50 mil habitantes.
La comunidad carece de todo: agua potable, energía estable, viviendas dignas, carreteras y caminos vecinales, empresas productivas, empleos, instalaciones deportivas en buen estado, flotas pesqueras, incentivos a los agricultores.
Esas carencias constituyen una oportunidad de oro para construir el desarrollo integral prometido. Los recursos naturales y la gente están disponibles. El Gobierno dice que tiene voluntad.
El proyecto del Frente Marino de Pedernales, que no sólo malecón, fue pagado por el Gobierno. Se presenta como una opción frente a la playa del pueblo, para comenzar a equilibrar con el proyecto Cabo Rojo. Su ejecución no es costosa. Activaría la economía del pueblo. Daría vida. Espera por su ejecución vía Obras Públicas, si no por una APP.
Parece que el Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales ha sido bien mercadeado. Hay una caterva de inversores extranjeros y criollos interesados. Cada día hay más: mejicanos, españoles, canadienses, incluso, de Medio Oriente, según fuentes oficiales.
El Gobierno es el árbitro.