Las fallas en el sistema de seguridad dentro del Ministerio de Medio Ambiente, así como la confianza que tenía Orlando Jorge Mera en su amigo Fausto Miguel Cruz de la Mota, fueron aspectos claves para que el imputado llevara a cabo su objetivo de asesinar al ministro.

Así lo establece el Ministerio Público en el expediente acusatorio, en el que señala que, justo antes de escucharse los disparos dentro del despacho del ministro, la secretaria escuchó decir al funcionario: “Miguel no”.

En ese momento, dice el documento, el imputado procede a realizar diferentes disparos al ministro, impactándolo en la cabeza, la cara, el tórax anterior y posterior, y la mano izquierda.

“Acto seguido de la acción criminal, el miembro de la seguridad del ministro Nicolás Montero intentó abrir la puerta del despacho, pero estaba cerrada por dentro, por lo que procedió a dar la vuelta para entrar por otra puerta de acceso, situación que fue aprovechada por el imputado para salir de las oficinas del ministro por las escaleras, ya que conocía que esa vía era más segura para sus fines de escapar de la escena del crimen”, precisa.

Indica que Montero entró al despacho del ministro, hallando su cuerpo tirado en el piso y ensangrentado, e inmediatamente informó por medio de la radio a los demás miembros de la seguridad para que detuvieran al imputado.

“Pero, en medio de toda la confusión y desesperación que se creó, y ante evidentes fallas de seguridad antes y después del hecho, el imputado pasó desapercibido dentro de la multitud logrando escapar del interior del ministerio, pero no pudo escapar de acuerdo a su plan ya que no pudo acceder a su vehículo que se encontraba en el sótano", indica.

El Ministerio Público también precisó que, inmediatamente se escucharon los disparos, se activaron algunas medidas de seguridad, no todas las necesarias, pero se tomó la correcta de cerrar las salidas para evitar que los vehículos salieran de la escena, aunque se permitió algunas personas salieran del lugar a pie, que fue la vía usada por el imputado Cruz de la Mota para salir del edificio.

"El imputado sale del ministerio con una calma propia del que ha materializado una conducta criminal planificada. Al no poder salir en su vehículo aborda un motor en las proximidades del ministerio y se dirige a la iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Antes de salir del ministerio el imputado llama a su hija (quien lo había acompañado al ministerio), pero en vista de la medida de seguridad, la joven fue impedida de salir de las instalaciones en su vehículo y fue requerida por el Ministerio Público y la Policía Nacional".

La entidad precisa que, estando en la iglesia, el imputado llamó tres veces a su hija, lo que el Ministerio Público califica como una muestra de que Cruz de la Mota tenía la intención de escapar de las autoridades y que se presentó en la parroquia para resguardarse en lo que podía ser ayudado a escapar, y no así con el objetivo de entregarse  a las autoridades.

"Si no que su entrega obedece a que inmediatamente ocurrido el asesinato se procede a montar un amplio dispositivo de seguridad lo que el imputado sintió que desplazarse muy lejos de la escena iba a ser un riesgo y que podría ser arrestado. Por lo que procede a resguardarse en un lugar que podía estar seguro y así llega a la iglesia".

En la iglesia, el imputado fue recibido por el coronel capellán José Arismendi Leonel Helena, quien se comunicó con las autoridades y manifestó que Cruz de la Mota se hallaba en el interior de la parroquia y que había dicho que había disparado contra una persona.

El expediente agrega que cuando los oficiales llegaron a la iglesia, el imputado manifestó que había dejado el arma de fuego en la oficina del sacerdote envuelta en una chaqueta color azul oscuro, por lo que los agentes procedieron a realizar el levantamiento de la misma, marca Taurus calibre 380, la cual al ser realizada la experticia balística, coincidió en sus características con los casquillos levantados en el despacho del ministro.

Mientras que en el vehículo dejado por el imputado en el sótano del Ministerio de Medio Ambiente, el Ministerio Público un arma de fuego, Mini Uzi calibre 9 milímetros, con dos cargadores que contenían 30 cápsulas cada uno.

Y en el asietno de pasajero tenía un maletín con cuatro cargadores con capacidad para 30 cápsulas. Dos de los cargadores tenían 30 cápsulas cada uno, y otro de ellos tenía 11 cápsulas calibre 9 milímetros, además de cuatro cargadores vacíos más, de acuerdo al expediente.

El Ministerio Público dice, además, que en el vehículo también había una maleta con varios expedientes, entre ellos el referente a la comunicación del 9 de agosto del 2021 sobre la devolución del expediente de la empresa Aurum Gavia, emitido por el viceministro de gestión ambiental del Ministerio de Medio Aambiente.

El organismo depositó este miércoles la solicitud de medida en contra de Fausto Miguel de Jesús Cruz, contra quien está solicitando la imposición de prisión preventiva como medida de coerción.

Los fiscales Kelvin ColónCarolin Junesca y Vladimir Viloria realizaron el depósito la solicitud ante la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional.