Un reporte del diario The Washington Post en base a cifras oficiales reveló que los vuelos llenos de haitianos deportados enviados de vuelta a Haití lograron desanimar a otros a aventurarse a llegar a EEUU, al menos en el mes de octubre.

La disminución de los migrantes haitianos alivió un poco en octubre la presión sobre la administración Biden en la  frontera. Aproximadamente 160 mil personas cruzaron el límite fronterizo y fueron detenidas por el CBP durante ese mes, frente a 192 mil en septiembre. La cifra máxima llegó a 213 mil 593 en julio.

Más de 1.7 millones de migrantes fueron puestos bajo custodia de CBP durante el año fiscal que terminó en septiembre, un récord.

Bajo el título Los cruces fronterizos de migrantes haitianos se desplomaron en octubre, el texto del diario estadounidense mostró datos de la instancia gubernamental Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

CBP "es uno de los componentes más grandes y complejos  del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, cuya misión primordial es mantener a los terroristas y sus armamentos fuera de los Estados Unidos. También es responsable de asegurar y facilitar el comercio y el turismo a la vez que hace cumplir cientos de regulaciones estadounidenses, incluyendo leyes de inmigración y narcóticos", se lee en la página de la embajada de EEUU en República Dominicana.

El reportaje del diario The Washington Post asegura que el número de migrantes haitianos que intentaron cruzar hacia Estados Unidos se redujo en más del 90% en octubre después de que la administración  del presidente Joe Biden intensificara agresivamente el uso de vuelos de deportación.

Según datos preliminares de CBP obtenidos por The Washington Post, alrededor de mil haitianos fueron detenidos a lo largo de la frontera con México el mes pasado, en comparación con los 17 mil 638 de septiembre, cuando grandes multitudes cruzaron el Río Bravo hasta un campamento improvisado llamado Del Río Texas, creando una crisis humanitaria y política para la Administración de Biden.

Los funcionarios de EEUU respondieron al aumento repentino de migrantes valiéndose de la orden de salud pública de emergencia N. 42 para "expulsar" a más de 8 mil 500 migrantes a los que regresó a Haití en hasta siete vuelos diarios desde Texas a la indigente nación caribeña.

Las expulsiones masivas fueron denunciadas por grupos de defensa de inmigrantes y miembros del propio partido del presidente Biden, quienes señalaron que las familias haitianas, incluidas miles de mujeres y niños, estaban siendo devueltas en mayor proporción que los migrantes de otras naciones.

Muchos huyeron de Haití hace años y estaban viviendo en Chile, Brasil y otras naciones de América del Sur, de donde optaron por irse hacia los Estados Unidos escuchando a familiares y otras personas que les aseguraron que en territorio estadounidense había trabajos disponibles y que se permitiría la entrada a los haitianos.

Después de que las autoridades estadounidenses iniciaran los vuelos de repatriación, aproximadamente la mitad de los haitianos que llegaron al campamento Del Río Texas en septiembre optaron por cruzar de regreso a México, según el Departamento de Seguridad Nacional.

Decenas de miles de haitianos que llegaron a México han optado por esperar allí, por ahora, o buscar asilo temporalmente por temor a ser devueltos a su país de origen si intentan ingresar ilegalmente a Estados Unidos.

“La administración Biden ha girado hacia una posición clara y definida sobre cómo tratará la llegada de migrantes haitianos”, dijo Cris Ramon, analista de políticas de inmigración en Washington. "Al apoyarse en gran medida en las expulsiones, la gente se lo piensa dos veces".

La mayoría de los migrantes haitianos no tienen solicitudes de asilo sólidas porque se reasentaron en otros países después del devastador terremoto de 2010 en Haití. En entrevistas sobre por qué quieren vivir en Estados Unidos, citan el deterioro de las condiciones económicas y la discriminación racial en América del Sur, así como la creencia de que la administración Biden les dejaría quedarse.

En mayo, la administración Biden amplió el estatus de protección temporal para los haitianos que ya viven en los Estados Unidos sin residencia legal, considerando que las deportaciones a Haití serían demasiado inseguras.

Adicionalmente, la administración Biden comenzó a permitir que más y más personas que cruzaran la frontera permanecieran en los Estados Unidos y solicitaran asilo y de esa forma, entre enero y principios de julio, el porcentaje de haitianos expulsados ​​bajo el Título 42 cayó del 55% en enero al 8% en julio, según muestran los datos de CBP.

Luego, 15 mil haitianos se presentaron de golpe en Del Río. La administración de Biden fue sorprendida desprevenida y se vio avergonzada por escenas de agentes de la Patrulla Fronteriza a caballo cargando contra familias a lo largo de las riberas del río.

La Casa Blanca se inclinó entonces bruscamente hacia las  expulsiones. Los principales asesores del presidente vieron los vuelos de deportación como una medida desagradable, pero necesaria para afirmar el control en la frontera y disuadir a decenas de miles de otros migrantes de cruzar.

Miles de haitianos están ahora a la deriva en México, durmiendo en refugios abarrotados e inundando la abrumada agencia de asilo del país con solicitudes. También las autoridades mexicanas han iniciado vuelos de deportación directos a Haití.

¿Volverán los haitianos a Chile y a Brasil?

Cuando la administración Biden anunció el aumento de los vuelos a Haití en septiembre, las autoridades dijeron que trabajarían con Brasil, Chile y otras naciones donde los migrantes comenzaron sus viajes, pidiendo a esos gobiernos que permitieran el regreso de los haitianos.

La administración Biden no ha anunciado, sin embargo, ningún acuerdo o vuelo a esos países y tampoco lo ha hecho Brasilia o Santiago de Chile.