(Julio César Rivas).- Los grandes fabricantes de automóviles en EEUU y Canadá se han visto obligados a reducir su producción debido a las protestas de camioneros canadienses contra la vacunación frente a la COVID-19, que están afectando a varios pasos fronterizos entre los dos países, en medio de la crisis en la cadena de suministros.
El bloqueo del cruce terrestre más importante entre ambos países, el puente Ambassador, que conecta las ciudades de Windsor (Canadá) y Detroit (Estados Unidos), cumple este jueves su cuarto día y está ahogando el suministro de piezas a las plantas que General Motors (GM), Ford, Stellantis y Toyota tienen en los dos lados de la frontera.
El puente, por el que diariamente transitan 400 millones de dólares en mercancías (un tercio del comercio bilateral) y decenas de miles de personas, es la principal conexión económica entre los dos socios comerciales y vital para el aprovisionamiento de sectores como el automotor, la manufactura industrial o la agricultura.
Un portavoz de Ford, Said Deep, citado por medios locales, afirmó este jueves que la compañía ha reducido la producción en sus plantas de Oakville y Windsor, ambas en suelo canadiense, debido al bloqueo del puente.
Por su parte, GM canceló dos turnos el miércoles por la noche y otro este jueves en su planta de ensamblaje en Lansing (Michigan), "debido a problemas de escasez de piezas", al igual que Stellantis, que ha tenido que suspender turnos esta semana.
Desde Toyota, uno de sus portavoces, Scott Vazin, señaló, según medios, que el bloqueo del puente ha impedido que tres de sus plantas en Canadá operen el resto de esta semana.
Ante esta situación, la gobernadora de Michigan (EE.UU.), la demócrata Gretchen Whitmer, solicitó este jueves a Canadá que reabra el tráfico en el puente Ambassador, ya que el bloqueo está dañando la economía de su estado.
En un comunicado, Whitmer subrayó que la paralización del tráfico en ese paso está teniendo "un impacto significativo" en los trabajadores de Michigan y que los sectores del automóvil, manufactura y agricultura "están sintiendo los efectos".
La paralización del puente está obligando a que los camiones y otros vehículos utilicen otros cruces situados a varias horas de Windsor.
Gran parte del tráfico está siendo desviado al puente Blue Water, en la localidad canadiense de Sarnia, pero la acumulación de camiones provoca colas de más de doce horas en ambas direcciones.
En la provincia de Alberta, en el oeste de Canadá, camioneros opuestos a los requisitos de vacunación llevan ya casi dos semanas bloqueando de forma intermitente el paso fronterizo de Coutts, vital para el transporte de ganado y productos cárnicos, y por el que circulan cada día productos valorados en 44 millones de dólares.
La acción de los camioneros está causando retrasos de hasta 7 horas en el paso de Coutts, mientras que en Manitoba, en el centro de Canadá, una protesta similar, a la que se han unido agricultores, bloquea desde primera hora del jueves el paso fronterizo de Emerson.
La Asociación de Fabricantes y Exportadores de Canadá exigió hoy en un comunicado que las autoridades canadienses pongan "punto y final inmediatamente" a los bloqueos en los principales corredores comerciales del país.
De acuerdo con datos de esa organización, el 80 % de las exportaciones de la provincia de Manitoba (que exporta sobre todo cereales) a EE.UU. y México son transportadas por carretera.
La magnitud de las protestas están causando perplejidad entre la mayoría de camioneros y grupos empresariales.
Las principales organizaciones que representan a los camioneros canadienses han señalado que el 90 % de sus asociados están vacunados contra la COVID-19, por lo que aseguran que el mandato de Canadá y EEUU para que los conductores comerciales transnacionales estén inmunizados no es un problema para el sector.
El conflicto se inició el pasado 29 de enero cuando el llamado "Convoy de la libertad", formado por camioneros opuestos a la vacunación, convocó en Ottawa a unos 3.000 camiones y entre 10.000 y 15.000 manifestantes.
Desde entonces, más de 400 camiones y centenares de personas bloquean las calles que rodean el Parlamento canadiense sin que las autoridades puedan desalojarles del centro de Ottawa, pese a los llamamientos repetidos para que abandonen su protesta.
Antivacunas y grupos radicales de extrema derecha
Los manifestantes, que aglutinan desde personas opuestas a las restricciones por la pandemia a antivacunas y grupos radicales de extrema derecha, han declarado que no abandonarán la ocupación del centro de la capital hasta que las autoridades del país eliminen todas las restricciones.
El núcleo duro de los manifestantes también demanda la marcha del Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau.
El Partido Conservador, el principal grupo de la oposición y que hasta ahora había expresado su apoyo a las protestas, solicitó este jueves formalmente que los manifestantes abandonen la ocupación del centro de Ottawa y regresen a sus hogares.