El presidente Luis Abinader afirmó este lunes que su Gobierno está dispuesto a discutir con Haití de manera civilizada las posiciones de ambos países sobre las aguas del río Dajabón, siempre en el marco del Tratado de Amistad firmado en 1929 y que esas discusiones tienen que ser civilizadas.
Abinader agregó que lo que tiene que hacer Haití es "desistir" del canal que ha construido para el trasvase de agua del río Dajabón o Masacre para abastecer de agua a "fincas de terratenientes" haitianos.
"Siempre estamos en condición de sentarnos a discutir sobre el Tratado de 1929 de manera civilizada, porque nosotros sí somos civilizados; eso tiene que ser discutido entre ambos países. Si ellos lo hacen de manera civilizada nosotros tomamos la medida y buscamos la vía, incluso, de mediadores como quiso hacer la OEA (Organización de Estados Americanos) en su momento", dijo el gobernante en su rueda de prensa de los lunes.
“Nosotros estamos defendiendo nuestra agua, apenas el río Dajabón… Donde quiera que ellos si actúan de esa manera, nosotros vamos a estar atentos y vamos a estar en consecuencia, yo pienso que ese canal, como se ha demostrado, va a tener poca agua, el canal de ellos”, señaló en LA Semanal.
Sobre el canal de La Vigía, en Dajabón, que el Gobierno ha habilitado para hacer frente al construido por Haití, Abinader refirió que ese canal se mantendrá para abastecer de agua a los agricultores dominicanos y que el Gobierno asumirá el costo de su puesta en funcionamiento.
"Ya pronto se instalarán bombas eléctricas en La Vigía; nosotros estamos defendiendo nuestra agua, el río (Dajabón) solo penetra a Haití en 2,2 kilómetros (…). De la forma en lo que han construido (en canal en el lado haitiano) no les funcionará, ese canal va a tener poca agua", reiteró.
El jefe de Estado también recordó que al principio de la construcción del canal, el Gobierno haitiano afirmó que no tenía nada que ver con esto, pero que luego refirió que su país tenía derecho a tomar aguas del Dajabón o Masacre.
Las diferencias entre ambos países por la construcción del canal del lado haitiano llegaron a niveles en los que Abinader ordenó a mediados de septiembre el cierre por aire, mar y tierra de la frontera entre las dos naciones.