Desolador es el panorama que se observa en las playas Cocolandia y Palenque, donde la presencia excesiva de sargazo y el aumento del nivel del mar que está tomando más orilla de la costa, están provocando que cada día menos visitantes las frecuenten.
Esta situación les deja grandes pérdidas económicas a los comerciantes de estas playas, cuyo medio de subsistencia son los restaurantes que por décadas han tenido y se resisten a cerrar, por lo que desesperadamente piden a las autoridades iniciar de inmediato los trabajos de mejoramiento de la zona.
El pasado 20 de agosto, el presidente Luis Abinader y el ministro de Turismo, David Collado se reunieron con los comerciantes de ambas playas y anunciaron rehabilitarían la zona y mejorarían las infraestructuras de servicios, las cuales tendrían una inversión de 90 millones de pesos.
El plan contempla, además, la capacitación y financiamiento de los caseteros de Cocolandia y Palenque, así como de otras obras de mejora. Este proyecto forma parte del programa de intervención de 25 playas del país.
Durante un recorrido por un equipo de Acento, se pudo constatar el mal estado de ambas playas, y las quejas de los vendedores y comerciantes que, a tres semanas de esa visita, aún los trabajos no inician.
Testimonios
Pasaban de las 10:00 de la mañana, cuando se veía atareada a doña Ernestina Valera, sazonar carne, picar ajíes, guayar el coco y limpiando pescado para preparar la comida que le vendería a uno que otros visitantes que llegarían a la playa Cocolandia.
“El 20 de agosto vino el presidente y David Collado, dijeron que iban a remodelar todo esto, pero se han vuelto nada”, dice doña Ernestina, de 71 años, de los cuales tiene 35 con su pequeño restaurante Pinini.
“Yo nunca había visto una situación como la que estamos viviendo ahora, la playa nos tiene arropado porque se está acercando más y más, eso nos ha perjudicado en lo monetario, en los turistas que no están viniendo a la playa porque vienen a bañarse, pero así como esta no se bañan y se van”, cuenta Ernestina.
Detalla que anteriormente en un fin de semana se podía ganar alrededor de 15 mil pesos, pero ahora se gana entre 6 y 7 mil pesos. “La gente no viene a la playa por el sucio que tiene”.
Doña Ernestina explica que, desde hace dos años, esta situación de la playa les está afectando, y lo atribuye a la construcción del muelle Punta Catalina, el cual ha provocado la desaparición de la playa, debido a que el mar está tomando más orilla de la costa. Entienden que al hacerle un rompe ola la playa se normalizaría.
El pensar de Ernestina fue secundado por Rodolfo Aquino, quien asegura que su negocio del “Típico Mary Mar”, está totalmente en el suelo y si las autoridades no toman medidas lo antes posible se verá en la difícil situación de cerrarlo.
“El problema que tenemos es la playa que se está comiendo todos los negocios de aquí, por el rompe ola que hicieron en Punta Catalina. La gente viene y se va porque no se puede bañar. Esto es un negocio que tiene más de 40 años y nunca habíamos tenido un problema como este”, señala Aquino, quien calcula sus pérdidas económicas en un 80%.
Asimismo, Maribel Valera en representación de la Asociación de Pequeños Comerciantes de Cocolandia, explica que el gremio acoge a 13 negocios y todos están esperanzados de que le cumplan la promesa de rehabilitar toda la zona.
Según Valera, anteriormente en un día de buena venta podía cocinar más de 30 libras de arroz, pero ahora solo pone entre 10 o 15 y le queda, mientras que de pescado podía vender hasta un quintal, ahora solo despacha 50 unidades.
Mientras, que en la playa de Palenque, María Domo y Odalis Castillo lamentan que los pocos visitantes que llegan, traen su comida y no consumen nada.
María, quien tiene una precaria caseta, cuentan que en un día solo está vendiendo entre 1,000 y 1, 500 pesos que no le dan para nada.
“Todos los días eso amanece lleno de sargazo, yo acabe ahora mismo de limpiarlo y mira ya como está lleno otra vez”, expresa Castillo, quien se la busca recogiendo botellas y limpiando la playa del sargazo, y por lo que le pagan 500 pesos solo los domingos.
El vendedor de coco, Isaías Bienvenido Ortiz cuenta que, aunque la venta ahora mismo no está bien, pero mantiene la esperanza de que las autoridades irán en su auxilio y rehabilitarán la zona y mejorarán los puestos de ventas.
Sin embargo, Alex Sánchez, quien es nativo de Palenque dice que ya no cree en promesas, sino en hechos. “Siempre vienen y nos ofrecen década por década y año por año, y nunca hacen nada, esto es una zona turística y esta supuesta a estar en otra condición, esperamos que ahora el presidente que esta de turno se acuerde de nosotros y haga algo bueno por la playa de Palenque”.
Destaca que la economía en todo Palenque es muy inestable y ha bajado demasiado en los últimos dos años.