Las Terrenas es un municipio del extremo oriental de la República Dominicana muy joven. Tan joven que podría ser “hijo” de su par Pedernales, en el lado opuesto del territorio, frontera sudoeste, ahora camino a ser destino turístico. Pero tiene mucho que enseñarle sobre su vibrante actividad turística e interculturalidad. Sobre todo, acerca de su insufrible caos urbano y carencias en servicios fundamentales, como un cuerpo de bomberos que responda a la demanda actual.

El miércoles 16 de agosto, Día de la Restauración (160 años) la icónica plaza comercial El Paseo, techada de palma cana, fue reducida a cenizas por un incendio.

Fue necesario el auxilio de los apagafuegos de otras demarcaciones, así como turistas y nativos que cargaron en lomos envases de agua del mar cercano.

El 4 de septiembre de 2021, el simbólico Pueblo de los Pescadores, esa comunidad, sufrió un devastador incendio. Nueve años antes, el 7 de mayo de 2012, había pasado la primera experiencia.

El Ministerio de Turismo se encargó en ambas ocasiones de reconstruir el pueblito originario que sirve de atractivo a visitantes por su diversidad de negocios, incluyendo platos del mar.

Las Terrenas fue elevado a municipio de la provincia Santa Barbará de Samaná, mediante la ley 18 del 19 de septiembre de 1996, hace 27 años.

Pedernales fue categorizado distrito municipal en 1938 y formalizado municipio el 1 enero de 1943, tres un año antes de que el tirano Trujillo mandara personas muy pobres de la capital a integrar la comarca del este en condición de campesinos y pescadores.

El primero tiene una superficie de 112 kilómetros cuadrados y dista 150 kilómetros de la capital, a dos horas en coche por la carretera Juan Pablo II; el segundo, 135, a 307 kilómetros, 5 horas y media horas frente al litoral del mar Caribe por la carretera Sánchez, .

Apenas en la década del 90, a Las Terrenas le conectaron por carretera con el municipio de Sánchez, y, cuatro años más tarde, lo dotaron de electricidad, según consta en el Manual de Organización y Funciones de la alcaldía.

Pedernales, tras el huracán Katie (1955), fue objeto de reconstrucción. Desde entonces tuvo pinta de moderno, con viviendas y calles anchas.

VIAJE SIN BRÚJULA

En 1975 llegó a Las Terrenas Jeannot Desdames (Juan el Francés), se enamoró de los encantos naturales y vio en ellos una oportunidad de aprovechamiento turístico. Las Terrenas Club, luego Tropic Banana, marcaron el arranque.

Según los terreneros, él representa el despegue de la comunidad que, en el censo de 2010, registró 18,829 habitantes y ya en 2012, según dicen, eran 39 mil. Densidad poblacional: 168 habitantes por kilómetro cuadrado. La de Pedernales era de sólo 19 en 2018, con 17,649 personas.

Santa Bárbara de Samaná registra hoy 51,621 habitantes; es decir, el 1% de la población nacional, que es de 10,8 millones. Y Pedernales, 34,375, equivalentes al 0,3%, conforme el X Censo Nacional (2022).

Las Terrenas es dueña de hermosas playas, como: Central, Bonita, Cosón, Punta Poppy, Las Ballenas.

El municipio sureño las tiene paradisíacas, como como Bucanyé, Pedernales, Cabo Rojo y Bahía de las Águilas, entre otros atractivos.

De un sitio con un puerto de tráfico de esclavos para los ingleses en el siglo XVII, la comunidad oriental se mueve hoy al ritmo de turistas franceses, italianos, alemanes y españoles. Pero un ritmo trepidante signado por el apiñamiento urbano, semilleros negocios informales,  contaminación sónica y visual que aturde, cruceteo en cualquier dirección por sus angostas calles, anárquico tránsito vehicular…

Perfecto modelo de desorden que nació, creció y se convirtió en monstruo al amparo de la falta de ordenamiento territorial y violación de toda normativa necesaria para la vida en convivencia.

 AL SUR DE LA FRONTERA

Tras la recuperación en justicia de 362 millones de metros cuadrados del parque nacional Jaragua y otras tierras no agrícolas y un primer master plan (1997-2019), la actual gestión de gobierno ejecuta el Proyecto de Desarrollo  Turístico, bajo la sombrilla del Fideicomiso Pro Pedernales.

Ha dicho que su apuesta es de turismo sostenible y desarrollo integral de la Región Enriquillo (Pedernales, Independencia, Baoruco y Barahona), la más empobrecida del país.

En Cabo Rojo, 23 kilómetros sureste del municipio capital, al pie de Bahía de las Águilas y del parque nacional Jaragua, construyen los primeros hoteles, el puerto de cruceros (Port Cabo Rojo) y las obras hidrosanitarias (primer barco entre diciembre 2023 y enero 2024).

Han planificado 12,000 habitaciones en edificios de cuatro pisos. Reconstruyen la carretera Barahona-Pedernales y continúan la interconexión con sistema eléctrico nacional (línea de 168 kilovatios desde Enriquillo, 74 kilómetros).

Cuando el presidente Luis Abinader entra al último año de su cuatrienio (2020-2024), en los dos municipios de la provincia (Pedernales y Oviedo) y sus comunidades, los servicios básicos siguen muy precarios y las casi nulas intervenciones oficiales evidencian un desbalance respecto de Cabo Rojo.

El cuerpo de bomberos no está equipado para el crecimiento previsto, aunque voluntad sobra a sus hombres; el hospital luce buena infraestructura, pero sin equipos y personal suficientes ni siquiera para responder a la demanda actual.

No han iniciado la ejecución del proyecto Frente Marino (con malecón), ni el centro cultural, ni el alcantarillado pluvial y sanitario, ni el edificio de oficinas públicas en ruinas, ni proyectos de viviendas.

El municipio cabecera muestra un crecimiento anárquico de hoteles, alojamientos, viviendas, sitios de entretenimiento y gastronomía. El caos en el tránsito cobra vidas y lesionados. Las raterías ganan terreno. Los vicios de consumo de drogas prohibidas, también. Las reglas para vivir en armonía, rumbo a la extinción.

Pedernales comienza a parecerse a Las Terrenas, pese a que el proyecto de destino turístico y, diferente a su par del este, “nace de cero” y con un Plan de Ordenamiento Territorial y Turístico, que tiene la pretensión de ordenar la casa.

La Ley de Ordenamiento Territorial, Uso de Suelos y Asentamientos Humanos, 368, aprobada en 2022 y publicada en la Gaceta Oficial 11092 del 22 de diciembre del mismo año, espera por un reglamento para su aplicación.

El presidente suspendió a última hora el inusitado discurso que pronunciaría el 16 de agosto desde Cabo Rojo, Pedernales, al cumplirse su tercer año de gestión. Hablaría  de sus ejecutorias y anunciaría su repostulación que horas después lo hizo vía redes con mensaje diferido, mientras participaba en la gran parada de dominicanos en Nueva York.

Palacio atribuyó la posposición del viaje a la explosión acontecida la tarde del lunes 14 en el centro de la ciudad San Cristóbal, 23 kilómetros de la capital, con un saldo de, al menos, 32 muertos y varios edificios destruidos a causa de la onda expansiva de 1,200 metros.