El director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés), Willie Walsh, calificó de decepcionante e improcedente la decisión de varios países de introducir pruebas COVID-19 y otras medidas sanitarias para los viajeros de China.

Walsh dijo que la experiencia con la variante omicron demostró “que poner barreras en el camino de los viajes no hizo ninguna diferencia en la propagación máxima de infecciones”.

Sugirió a los gobiernos de esos países escuchar los consejos de los expertos, incluida la Organización Mundial de la Salud (OMS), que desaprueban las restricciones a los viajes.

“Tenemos las herramientas para gestionar el COVID-19 sin recurrir a medidas ineficaces que cortan la conectividad internacional, dañan las economías y destruyen empleos”, manifestó el director general de la IATA.

Sugirió al gobierno chino que elimine la necesidad de realizar pruebas de COVID-19 antes de la salida para aquellos que viajan a China”.

Chile, Estados Unidos, Italia, Japón, India,  Taiwán, Malasia, España y Francia está exigiendo pruebas negativas a los viajeros procedentes de China, para evitar la propagación de la subvariante BF.7 del Covid-19, que durante la última semana provocó el contagio de millones de personas en todo el mundo.

En una reunión con funcionarios de la Comisión Nacional de Salud y la Administración Nacional para el Control y la Prevención de Enfermedades, ambas de China, la OMS pidió que se compartieran periódicamente datos específicos y en tiempo real sobre la situación epidemiológica de esa nación asiática.

Además, que refuerce la secuenciación vírica, el manejo clínico y la evaluación de los efectos de la nueva variante.