El centro histórico de Ron Barceló, se encuentra en San Pedro de Macorís, a unos 75 kilómetros de Santo Domingo, capital de la República Dominicana.

Durante un encuentro con periodistas, Otto Flores, embajador de la marca Ron Barceló, manifestó que este lugar se ha convertido en un patrimonio cultural e histórico de la industria del ron del país.

Explicó que es el único centro que combina la historia del ron dominicano, el proceso de fabricación y las etapas de envejecimiento del licor.

Otto Flores, embajador de la marca Ron Barceló. Foto: © Mery Ann Escolástico

El embajador de la marca Ron Barceló dijo que existe un proceso previo para producir el alcohol, mismo que "no se da en todas las instalaciones roneras del mundo".

Añadió que la caña usada para extraer el jugo son sembradas y cortadas a mano en sus instalaciones para esos fines.

Ron Barceló, marca país esta en el mercado desde 1929 y actualmente exportan a más de 86 países. Esta bebida ocupa el primer lugar en Europa.

Esta abierto al público de lunes a jueves de 9:30 de la mañana a 3:30 de la tarde y los viernes de 9:30 de la mañana a 2:30 de la tarde. Existen dos tipos de recorridos disponibles, el añejo que tiene un costo de US$ 15 y el imperial tiene el precio de US$ 25. Los turistas más recurrentes son norteamericanos y europeos.

¿Qué verás en el Centro histórico Ron Barceló?

Podrás conocer el desarrollo y proceso de fabricación de las diferentes bebidas alcohólicas que allí se elaboran.

Durante el trayecto por las diferentes bodegas de envejecimiento, se puede percibir el olor que emana de las más 30 mil barricas de robles activan el sentido del olfato, siendo diferente una de otra otra. En estas se almacenan y fermentan los licores.

En el área de envasado, las diferentes bebidas son vertidas en las diferentes botellas, donde luego son empacadas y más tarde serán distribuidas.

En el museo Ron Barceló, el visitante se pone en contacto con los antepasados al ver las piezas tainas expuestas en el lugar que datan desde 350 a.c y otras de 1492 d.c.

Por medio de los objetos expuestos en este lugar, el visitante puede ver como era recolectada la caña de azúcar: la forma rudimentaria de cómo se trabajaba la tierra con el arado, herramienta con fuerza animal y guiado por persona.

El ancla colonial que se exhibe fue encontrada en Samaná y cuenta con 100 años de antigüedad. La carreta, hecha de madera, era el vehículo usado para transportar la caña desde lo sembradíos a los ingenios.

Otro objeto que se usaba era el trapiche, en el cual la caña se colocaba en los ejes laterales para ser movido por fuerza humana para triturar la caña, que enviaba el liquido hacia la canoa que después se almacenaba en ánforas.

Al finalizar el recorrido, el participante puede comprar obsequios en su tienda de regalos y llevar a sus seres queridos de aquel lugar que lo puso en contacto con la historia y cultura dominicana ronera.