Ómicron tiene una elevada capacidad de sortear los anticuerpos naturales generados por una infección previa por COVID-19, mientras que las personas vacunadas muestran una resistencia mucho mayor, según un estudio conjunto de la Universidad de Ginebra y el Hospital Universitario de esta misma ciudad.
La investigación concluyó que ómicron tiene una capacidad excepcional para franquear la inmunidad desarrollada naturalmente por el organismo tras contraer otras variantes de COVID, como la delta, alpha o gamma, a las que ómicron ha dejado fuera de juego al reemplazarlas casi en su totalidad.
Otro hallazgo importante del estudio es que la capacidad de ómicron de provocar hospitalizaciones y muertes es muy reducida cuando se trata de personas que han sido vacunadas contra la COVID-19.
El equipo de investigación tomó muestras de sangre de 120 voluntarios de entre 28 y 52 años vacunados y no vacunados, y que se habían infectado antes o después de haber recibido la vacuna.
Los expertos corroboraron que las personas vacunadas tienen diez veces más anticuerpos que aquellos que desarrollaron una inmunidad como consecuencia de un contagio.
La combinación de anticuerpos naturales y anticuerpos inducidos por la vacunación, conocida como inmunidad híbrida, surge como la barrera más fiable contra la enfermedad.
Según los autores, es esencial mantener la vigilancia contra el virus frente a su “sorprendente capacidad de mutación” y tras el pronunciado aumento de casos que se registra a partir de la aparición de la subvariante de ómicron BA.5.