El director del Observatorio de Derechos Humanos para Grupos Vulnerables, el comunicador Manuel Meccariello, hace un llamado a tomar en serio el tema de la Salud Mental y "dejar tantas teorías" y poner en ejecución políticas públicas, desde el sector salud con presupuestos que puedan ser realmente satisfactorios para tener mejores resultados y de esta manera las instituciones encargadas de velar por la salud y bienestar de la población dominicana, puedan prestar los servicios de salud mental, con efectiva y modernización.

"La salud mental tiene dentro de sus principales problemáticas el estigma y por igual la mala proporción de los servicios, donde se incluye el alto costo de las atenciones prestadas y la mala cobertura de las ARS", indicó Meccariello a través de una nota enviada a los medios.

En ese orden, sostuvo que los recientes hechos ocurridos, donde lamentablemente una persona perdió la vida y a pocas horas otras personas han sido afectadas con piedras en sus vehículos, es necesario identificar  quiénes son realmente enajenados mentales, ya que sin evaluaciones no se puede identificar una condición mental o si es un hecho criminal.

"Sin salud mental no tenemos salud en ninguna área de la vida y más aún que la salud constituye un derecho humano inalienable que debe ser promovido y satisfecho por los gobiernos y Estados mediante el desarrollo biológico, social, psíquico y moral de cada ser humano", agregó.

En nuestro país la salud mental aún no está en su esplendor, pero sí ha mejorado en algunas cosas, aunque aún no hay personal suficiente en los sectores público y privado.

Meccariello sostuvo que en los centros correccionales hay un centenar de personas con serios trastornos de salud mental que deben estar en otros centros especializados.

Esto, señaló, puede ser un tema complejo, ya que no tendrían muchas veces quienes cuidan de estas personas. "¿Qué psiquiatras o psicólogos estarían capacitados en el tema penitenciario?", cuestionó.

Reiteró la necesidad de tomar en serio el tema y cambiar el rostro de la cenicienta dentro del presupuesto de salud pública en el país.