Un nuevo compuesto que se dirige a las mismas células cerebrales que las drogas psicodélicas desencadena en ratones las misma acción antidepresiva duradera que estas pero sin sus efectos psicodélicos.
Un equipo de investigación estadounidense describe en Nature el proceso que les llevó hasta el nuevo compuesto que ataca a los receptores de serotonina 2-HT2A en la superficie de neuronas específicas.
Aunque su uso recreativo es ilegal, las drogas psicodélicas resultan muy prometedoras como tratamiento de la depresión y la ansiedad graves, así como de la adicción al alcohol y otras enfermedades, señala la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC) de Estados Unidos, en un comunicado.
El nuevo compuesto desencadena la misma acción antidepresiva que los investigadores han observado desde hace tiempo en ratones tratados con fármacos de inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), como el Prozac.
Sin embargo, la acción antidepresiva fue inmediata y duradera tras una sola dosis, y similar a la de la ketamina y la psilocibina, ambas drogas psicodélicas antidepresivas de acción rápida, según Bryan Roth de la UNC y uno de los autores del estudio.
El investigador resaltó que no saben si se verán los mismos efectos en las personas, aunque esperan poder probarlo, y consideró que sería “un cambio de juego crear una terapia de una sola dosis y de acción prolongada para ayudar a las personas con depresión resistente al tratamiento y otras afecciones".
Cuando se ingiere una seta alucinógena, el ingrediente activo, la psilocina -que se deriva de la psilocibina-, se une fuertemente a los receptores de serotonina 5-HT2A de la superficie de las neuronas, el cual se activa durante mucho tiempo y desencadena una cascada de señales químicas dentro de las células que llevan a los efectos psicodélicos.
En un proyecto de siete años, el equipo buscó crear un compuesto que atacara selectivamente el receptor 5-HT2A para tratar la depresión pero sin el resto de consecuencias.
Tras resolver la estructura química de los receptores de serotonina, investigadores de la Universidad de California San Francisco, usaron simulaciones computacionales para localizar los compuestos virtuales con más probabilidades de unirse a los 5-HT2A de forma parecida a como lo hace la psilocibina, pero evitando el efecto psicodélico.
Este proceso dio lugar a unos cuantos compuestos lo bastante prometedores como para probarlos en modelos de ratón y ver si se unían al 5-HT2A en un animal como lo hacían en una placa de laboratorio.
Roth explicó que lo que vieron fue “completamente inesperado", pues no solo se unía al receptor de serotonina 5-HT2A como pensaban, sino que tenía la misma acción farmacológica antidepresiva que la ketamina, pero no la farmacológica alucinógena.