Ante el incremento del número de casos de COVID-19 y el consecuente aumento del consumo de las pruebas diagnósticas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los países tomar medidas para hacer un uso racional de estas pruebas y así garantizar la provisión de las mismas.

Agregó que concomitantemente varios países también están registrando brotes de influenza, lo cual también aumenta la demanda de las pruebas diagnósticas.

“La demanda de pruebas diagnósticas ha alcanzado un nivel nunca antes visto, provocando escasez de material para laboratorio y pruebas diagnósticas en varios países. Este escenario epidemiológico aún puede persistir y afectar a más países”, dijo.

En ese sentido la OMS recomendó el uso de las pruebas con la siguiente prioridad:

  • Todos los casos con indicación de hospitalización por síntomas respiratorios;
  • Cuadros respiratorios en pacientes que pertenecen al grupo de riesgo de agravamiento de la enfermedad;
  • Profesionales de la salud con síntomas respiratorios (para permitir orientación sobre el tiempo de reincorporación al trabajo);
  • Detección en pacientes que necesitan ser hospitalizados por otras razones según normativa de cada país/territorio y de cada institución;
  • Profesionales con síntomas respiratorios que formen parte de servicios esenciales y presenciales, como los profesionales de seguridad (para permitir orientación sobre el tiempo de reincorporación al trabajo).

Las situaciones en las que no recomienda las pruebas son cuando el individuo está asintomático, requisito para salir de aislamiento o para acceder a lugares públicos.