El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, defendió su fallida declaración de ley marcial el jueves, de cara a enfrentar una segunda moción de destitución en la Asamblea Nacional el próximo sábado.
 

Con información de nuestro corresponsal en Seúl

En un discurso que duró 29 minutos, el presidente, Yoon Suk-yeol, dijo este jueves que la ley marcial que impuso la semana pasada no fue más que un gesto simbólico dirigido al Congreso, por no haber sido receptivos a aprobar el presupuesto para el 2025 de su administración.

Esta información va en abierta contradicción con lo que varios ministros y jefes militares han declarado durante esta semana.

La reacción del pueblo surcoreano ha sido negativa estos días y el presidente enfrenta protestas en ciudades como Seúl, Busan, Gwangju, Daegu y Daejeon.

Tras librarse por poco de una primera moción de destitución votada la semana pasada, un nuevo juicio político se presenta este sábado en la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, requiriendo dos tercios, es decir, 200 votos para ser aprobado.

Varios miembros de su partido ya han anunciado que esta vez votaran a favor del juicio político.

En la noche del 3 al 4 de diciembre, Yoon sumió a Corea del Sur en una grave crisis política al declarar una ley marcial, que tuvo que levantar al cabo de unas horas, tras ser revocada por el Poder Legislativo.

Según el mandatario, la ley buscaba proteger al país de las "fuerzas comunistas" norcoreanas.

El dirigente conservador está siendo investigado por insurrección junto a su círculo cercano y tiene prohibido salir del país.