A principios de julio, las autoridades tunecinas expulsaron a cientos de migrantes a una zona desértica de la frontera libia, y unas 1.200 personas habrían sido devueltas a la frontera con Libia y Argelia. Desde entonces, la Media Luna Roja tunecina ha rescatado a decenas de ellos, pero otros no han tenido tanta suerte y siguen varados en la zona desértica de Ras Jedir. Los guardias fronterizos libios encontraron 15 cuerpos sin vida de migrantes subsaharianos.

Desde hace tres semanas, las autoridades tunecinas los han abandonado en este desierto extremadamente inhóspito. La Agencia France Presse ha recogido sus testimonios. Son unos 140 migrantes subsaharianos y han instalado un campamento improvisado a 30 metros del paso fronterizo de Ras Jedir, en el lado libio.

No tienen agua potable ni alimentos, salvo la escasa ayuda que les llega a través de la Media Luna Roja libia. Intentan soportar el calor del día y el frío de la noche.

Los guardias fronterizos libios afirman que hay otros dos grupos de migrantes, cada uno de un centenar de personas, entre ellas mujeres y niños. No tienen teléfonos ni dinero y parecen estar atrapados. "Los libios no nos dejan entrar en su territorio y los tunecinos no nos dejan volver", se lamenta un testigo pidiendo ayuda.

En los últimos 10 días, los guardias fronterizos libios han acogido a varias decenas de ellos que vagaban por el desierto de Al Assah. El miércoles 26 de julio, la ONG Médicos del Mundo pidió a las autoridades tunecinas que facilitaran el acceso a la zona a las organizaciones de la sociedad civil, sin éxito hasta ahora.