Tras las pérdidas de los mercados asiáticos, las bolsas europeas se tambalean este lunes 20 de marzo. El sector bancario es el que más está sufriendo, ya que la adquisición de Credit Suisse por su rival UBS no tranquiliza a los inversores.

Este lunes 20 de marzo, los inversores siguen sin saber cómo valorar la situación tras la adquisición del debilitado Crédit Suisse por el mayor banco suizo, UBS. Tampoco parecen tranquilizarles las actuaciones de varios poderosos bancos centrales, entre ellos los de Estados Unidos, Canadá, Inglaterra y el Banco Central Europeo.

Es un hecho sin precedentes por la rapidez de su reacción: para evitar cualquier riesgo de contagio, estos establecimientos acordaron el domingo por la noche facilitar el acceso de otros bancos centrales a los dólares, la principal moneda de las transacciones financieras.

"Las crisis ha afectado a bancos muy alejados entre sí, con motivaciones muy distintas, y la reacción de las autoridades monetarias mundiales ha sido firme y rápida", declaró el lunes Paolo Gentiloni, Comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios.

Se vuelve a recurrir al oro

Pero en lugar de tranquilizar, esta acción parece sembrar la duda entre los inversores, que se preguntan si la situación es grave. Una señal de la desconfianza de los inversores es que éstos, temiendo una reacción en cadena, están recurriendo al oro, tradicional refugio seguro. La onza ronda actualmente los 2.000 dólares.

Para calmar a los mercados, las autoridades financieras europeas hacen cada vez más declaraciones. El sistema bancario de la eurozona es "resistente y fuerte" y está respaldado por "sólidos niveles de capital y liquidez", declaró el Banco Central Europeo.

La misma declaración hicieron las autoridades francesas y alemanas. Los "dos series de problemas" señalados en los últimos días en torno a Crédit Suisse y los fallos de la regulación americana "no conciernen a los bancos franceses y europeos", insitió François Villeroy de Galhau, gobernador del Banco de Francia.