Los gigantes tecnológicos, las organizaciones del sector y la comunidad internacional se han mostrado preocupados por las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno del saliente mandatario estadounidense Joe Biden respecto a las exportaciones de chips informáticos utilizados en la inteligencia artificial (IA). Para ellos, tal medida frenaría el desarrollo global de la IA.
El mandatario estadounidense Joe Biden decidió imponer nuevas reglas de exportación de chips informáticos avanzados usados en la inteligencia artificial. Dicha decisión, tomada en su última semana de mandato, ha generado preocupación tanto en la comunidad internacional en pro del desarrollo tecnológico, como en las propias empresas estadounidenses.
Para Alfonso Gabarrón, director de la Asociación Española de la Industria de Semiconductores (AESEMI), esta decisión sería no sólo negativa a nivel económico global, sino que también ralentizaría el desarrollo de inteligencia artificial (IA) a nivel mundial.
“Esto ya no sólo es negativo a nivel económico, sino que la cantidad de información que suministran los usuarios de la Unión Europea a todas estas empresas para entrenar modelos, pues muy seguramente ya no estaría disponible. Al final, una muy buena parte de la I+D (investigación y desarrollo) que se hace en el mundo para todas estas tecnologías se hace en la Unión Europea, aunque luego esto se comercialice por empresas estadounidenses. Entonces, es verdad que también todo ese desarrollo tampoco lo podrían estar haciendo porque no podrían compartir esa tecnología con nuestras universidades, con nuestros investigadores, ya no sólo estamos hablando de un impacto económico en ambas regiones, sino de un impacto tecnológico a nivel global porque llevaría a una ralentización de los desarrollos”.
Según la Casa Blanca, las nuevas reglas de inteligencia artificial buscan salvaguardar la seguridad, por lo que han sido enfáticos en que estas medidas son pasos significativos contra lo que Washington llama “países de especial preocupación”. Ya en 2023 este país había impuesto restricciones sobre la exportación de ciertos chips de Inteligencia Artificial a China, pues Estados Unidos lo ve como un competidor estratégico en el campo de los semiconductores avanzados.
Sin embargo, Gabarrón estima que estas nuevas reglas podrían revertirse con la llegada de Donald Trump al poder. “Entendemos que todo esto se hace en clave proteccionista, pero también sin un afán. No creemos que esto vaya a llegar a materializarse porque sería catastrófico para ambas partes. Al final, para las empresas americanas no sería bueno – y tampoco- para las empresas europeas. Entendemos que también se hace en un clima poselectoral en el que se está evaluando la aceptación de determinados límites, de ciertas medidas, pero no creemos que realmente se vayan a imponer restricciones con la Unión Europea, como si se podrá hacer o ya se hace contra otras regiones”, indicó.
Aunque el bloque de los 27 ya ha mostrado su preocupación por el anuncio agregando que "es de interés económico y de seguridad que la Unión Europea compre chips avanzados de IA sin limitaciones", Washington precisó que las restricciones no aplicarían a 18 países alineados con sus intereses, entre los cuales se incluye a naciones como Francia, Alemania, España o Italia. Cabe destacar que otros miembros como Hungría, Austria o Portugal no se encuentran en dicha lista.
Ante los ojos de asociaciones del sector y gigantes tecnológicos como Nvidia, dichas medidas "disfrazadas de 'anti-China', no harán nada para mejorar la seguridad de Estados Unidos" y al contrario crearían un freno al desarrollo de la Inteligencia Artificial.