Sindicatos y patronal iniciaron el viernes las negociaciones sobre la impopular reforma de las pensiones impulsada por el presidente francés, Emmanuel Macron, en 2023. Se trata de una de las asignaturas más delicadas para el nuevo gobierno y primer ministro, quien aceptó reabrir el debate para no ser censurado en la Asamblea Nacional.

La primera reunión, el viernes, sirvió "para constatar el alcance de los desacuerdos", indicó la líder del sindicato CGT, Sophie Binet, quien explicó que todas las centrales sindicales pidieron la derogación de la reforma.

Macron desató la ira en Francia cuando validó por decreto, en marzo de 2023, una muy impopular reforma que retrasa la edad de jubilación de 62 a 64 años, a pesar de la oposición de los sindicatos y las protestas masivas en las calles.

Casi dos años después, el malestar sigue patente y, en los comicios legislativos anticipados de 2024, la coalición de izquierdas Nuevo Frente Popular (NFP) hizo campaña prometiendo derogarla. Aunque el NFP ganó la elección, Macron no nombró a un primer ministro de izquierda, para evitar que su reformar fuera revocada.

Esta polémica reforma ha estado en la mesa de las negociaciones durante toda la crisis política en Francia, en la que se han sucedido cuatro gobiernos en los últimos meses, unas legislativas anticipadas y el derrocamiento del primer ministro conservador Michel Barnier resultado de una moción de censura votada por la izquierda y la extrema derecha.

Con este historial, el nuevo primer ministro, el centrista Michel Bayrou, une aliado histórico de Macron, intentó negociar con los socialistas las condiciones para que no lo censuren. En su primer discurso de política general, Bayrou aceptó simplemente reabrir el debate sobre esta ley y modificarla si los sindicatos y la patronal llegan a un acuerdo.

La reforma de las pensiones es un espinoso tema que ha enfrentado a sindicatos, patronal y gobierno. Mientras Macron sostiene que la reforma es imprescindible para reducir el déficit y deuda colosal de Francia, los representantes de los trabajadores y la sociedad se muestran reticentes a trabajar dos años más para financiar el régimen de jubilaciones.

El eventual acuerdo se sometería a la Asamblea Nacional, dividida en tres bloques –izquierda, centroderecha y extrema derecha– sin mayorías claras, desde los comicios de 2024.

Con AFP