Ya sea en los ámbitos de la salud, la educación, el empleo o el medioambiente, la aceleración de los despliegues de la IA subraya la urgencia de la colaboración entre los Estados y las principales potencias digitales asiáticas o estadounidenses. Esta pregunta central será ampliamente debatida en la Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial del 10 y 11 de febrero en París, así como en otros eventos sobre el tema a partir de este jueves.

Por Dominique Desaunay

La adopción masiva de la inteligencia artificial (IA) en todo el mundo, en particular la llamada inteligencia generativa, como lo demuestra el éxito global del programa ChatGPT, se considera ahora uno de los principales vectores de las profundas transformaciones de nuestras sociedades. La Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial en París será una oportunidad para sentar las bases de la colaboración entre los Estados y las principales potencias digitales asiáticas y estadounidenses. 

El otro desafío de la cumbre es la metamorfosis radical del trabajo en todo el mundo, cuando los efectos combinados de la IA, la automatización y la robótica ya se están sintiendo en muchos sectores de la actividad económica. Muchas agencias gubernamentales y privadas indican que 300 millones de empleos a tiempo completo en todo el mundo corren el riesgo de desaparecer para 2030. Incluyendo puestos de trabajo de alto valor añadido, como personal directivo, funcionarios, ingenieros o administradores de empresas.

La IA y la cultura

La carrera por la IA es una historia de geopolítica. China y Estados Unidos parecen estar liderando el camino por el momento, buscando imponer una cierta idea de sus tecnologías a Europa en detrimento de sus regulaciones que rigen la IA. 

El otro capítulo importante de la cumbre de París se refiere al mundo de la cultura, con las IA capaces de crear vídeos y fotos asombrosamente realistas, o incluso producir música.

La IA generativa destaca en el campo de las falsedades y la desinformación, que están invadiendo las redes sociales, pero también las producciones cinematográficas, los medios audiovisuales y la prensa escrita.

La IA y el medioambiente

Los centros de datos utilizados para entrenar grandes modelos de lenguaje consumen grandes cantidades de energía. La fabricación de chips, el almacenamiento de datos y las consultas de los usuarios tienen efectos significativos en los recursos de metales raros, el agua y la generación de electricidad, con repercusiones en el clima.

La cumbre de París será una oportunidad para recordar a los gigantes tecnológicos estadounidenses y asiáticos que tendrán que adoptar prácticas más responsables en el desarrollo y uso de sus programas, si quieren preservar el floreciente negocio de la IA.