Miles de opositores al régimen chavista  salieron a las calles de Venezuela este martes gritando "¡Libertad!" para reivindicar la victoria en las urnas de su candidato Edmundo González Urrutia, quien a su vez instó a no reprimir al pueblo tras protestas que dejan al menos 12 muertos y cientos de detenidos. Para el Centro Carter, la elección "no puede ser considerada como democrática".

Con Víctor Amaya, corresponsal de RFI en Caracas, y AFP

Todavía en Venezuela la autoridad electoral no publica la información detallada de resultados electorales de las elecciones presidenciales del domingo pasado, a pesar de repetidos llamados internacionales para hacerlo; una "grave violación", según el Centro Carter, que como única organización de observación electoral acreditada declaró que la elección "no puede ser considerada como democrática", según un comunicado que dice que los comicios no se adecuaron a "parámetros y estándares internacionales de integridad electoral". "

Mientras tanto, al menos 12 personas ya han muerto en Venezuela en medio de la ola de protestas a escala nacional en rechazo a la proclamación de Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales, denunciada como fraude por la oposición que ha publicado actas de totalización de las máquinas de votación que muestran a Edmundo González como vencedor.

La mayoría de las muertes registradas hasta ahora han sido a manos de civiles armados que han respondido con disparos a las movilizaciones opositoras, especialmente en zonas pobres y antes consideradas chavistas.

Pero quienes protestan dicen no tener miedo.

"Lo que queremos y exigimos al gobierno es que reconozca los verdaderos resultados", explica una manifestante. "Porque no nos van a robar los votos. Venezuela decidió así que aquí, en paz, vamos a defender lo último hasta el final, nuestro voto", agrega otra mujer en las calles de Caracas.

Desde el gobierno nacional se habla de más de 700 detenidos en lo que las autoridades han calificado como un intento de golpe de Estado con actos terroristas. Nicolás Maduro ha ordenado a los cuerpos de seguridad y a sus simpatizantes a patrullar las calles para mantenerlas en paz. Empezando por quienes se concentran en los alrededores del palacio de gobierno

"Hoy mañana y siempre, todo el tiempo que haga falta. La paz se defiende en la calle", dice a RFI un manifestante.

"Nos mantenemos en la calle, pero no con violencia sino cono mucho amor, con entusiasmo en la calle manifestándonos con alegría", agrega una mujer movilizada.

El segundo día de protestas postelectorales también estuvo marcado por una ola de detenciones a activistas políticos, según denuncias de la oposición.

El dirigente opositor Freddy Superlano fue arrestado el martes en lo que la oposición considera una "escalada represiva". Su partido, Voluntad Popular, denunció "torturas" para "hacerlo confesar el falso plan montado por voceros del régimen".

Perú reconoce a González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela

En el plano regional, Perú reconoció más temprano a González Urrutia como "legítimo" presidente electo de Venezuela. "Es evidente que la voluntad de fraude existe (por parte del oficialismo venezolano). El señor (Edmundo) González es el presidente electo de Venezuela, esa es la posición del gobierno peruano", declaró el canciller Javier González-Olaechea a la radio RPP.

 Acto seguido, el canciller venezolano Yván Gil informó en X la ruptura de relaciones con Perú "luego de las temerarias declaraciones del canciller peruano que desconocen la voluntad del pueblo venezolano y nuestra Constitución".

El presidente de México, el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, pidió no meter "las narices" en Venezuela a quienes cuestionan e incluso denuncian un fraude en las elecciones. En Ciudad de México, cientos de venezolanos se reunieron en el emblemático Ángel de la Independencia con reclamos de "fraude" electoral.

 Antes de romper relaciones con Perú, Caracas había expulsado al personal diplomático de ese país, junto al de Argentina, Chile, Costa Rica, Panamá, República Dominicana y Uruguay ante lo que consideró acciones "injerencistas".

En la embajada argentina están refugiados desde hace semanas seis colaboradores de Machado, quien denunció un asedio policial a la sede diplomática a la que le cortaron la electricidad el martes. Argentina afirmó que se trata un "hostigamiento" en contra de su sede diplomática.