A seis semanas de las elecciones legislativas anticipadas del 23 de febrero, los partidos políticos alemanes se afanan este fin de semana en preparar la batalla. Ayer, sábado 11 de enero, el SPD presentó al canciller Scholz como candidato socialdemócrata. La extrema derecha, por su parte, ha designado a Alice Weidel como su principal candidata. Hoy, domingo 12 de enero, el recién llegado a la escena política alemana, el partido de “izquierda conservadora” BSW, con sus posturas prorrusas, celebra su congreso y debe aprobar su programa.
Con Pascal Thibaut, corresponsal de RFI en Berlín
El partido se lanzó hace un año y tuvo un comienzo fulgurante. Bündnis Sahra Wagenknecht, traducido como “Alianza Sahra Wagenknecht”, nombre de su fundadora, obtuvo escaños en el Parlamento Europeo en junio de 2024, antes de abrirse paso en tres elecciones regionales en el Este. En las últimas semanas, BSW se ha asociado al poder en dos Länder alemanes.
Malas encuestas
Pero el “one woman show” de Sahra Wagenknecht sufre ahora un revés. A seis semanas de las elecciones generales, los sondeos son mediocres y el partido no está seguro de obtener representación en el Bundestag. Han surgido tensiones. La rigidez de funcionamiento del movimiento no agrada a todos sus miembros. En el congreso de este domingo, que debe aprobar el programa del partido, sólo la dirección tiene derecho a presentar enmiendas.
Llenar un vacío
La Alianza Sahra Wagenknecht quiere llenar un vacío en el panorama político atrayendo a “autoritarios de izquierdas”, votantes que apoyan un programa económico y social para un partido progresista pero conservador en otras cuestiones. “Queremos acabar con la inmigración descontrolada”, reza el manifiesto de BSW. Otro tema central del movimiento es el rechazo a la ayuda militar a Ucrania, la defensa de las negociaciones para poner fin a la guerra actual y las posiciones prorrusas. Una postura cercana a la de la AfD de Alice Weidel, clasificada como de extrema derecha.