Sciences Po París, una de las universidades más prestigiosas de Francia, ha realizado ante la justicia una denuncia por “actos antisemitas” en el marco de una manifestación propalestina dentro del establecimiento.  El sindicato estudiantil La Unión de Estudiantes Judíos de Francia afirma que los jóvenes pertenecientes a la asociación fueron "atacados por judíos y sionistas".

El martes por la mañana, un centenar de estudiantes ocuparon el aula principal de Sciences Po (El Instituto de Estudios Políticos de París), semillero de la élite francesa, en el marco de una "jornada de movilización universitaria europea por Palestina".

En este contexto, a una estudiante de la Unión de Estudiantes Jóvenes de Francia (UEJF) "se le impidió entrar en el anfiteatro" donde tenía lugar la acción organizada por el Comité Palestina de Sciences Po, indicó el sindicato.

"No la dejen entrar, es sionista", se escuchó decir a participantes, afirmó la UEFJ en X. El incidente, que fue ampliamente comentado en las redes sociales, tuve eco en el gobierno, en momentos en que Francia registra una ola de antisemitismo desde los ataques de Hamás en Israel el 7 de octubre de 2023.

En la reunión del Consejo de Ministros del miércoles, el presidente Emmanuel Macron denunció los comentarios "incalificables y absolutamente intolerables", en los centros de enseñanza superior, declaró la portavoz del gobierno, Prisca Thevenot.

Por su parte, el Primer Ministro, Gabriel Attal, y la Ministra de Enseñanza Superior, Sylvie Retailleau, "acudieron al consejo de administración" de la Fundación de Sciences Po "para subrayar la gravedad de los hechos y la absoluta necesidad de que la Universidad siga siendo un lugar de aprendizaje" y de "debate sano y respetuoso con los valores de la República", indicó la dirección del centro en un comunicado emitido esa misma noche.

La escuela ha denunciado los hechos "ante la Fiscalía por actos antisemitas, en virtud del artículo 40 del código de procedimiento penal". La escuela, "profundamente afectada por el conflicto de Oriente Próximo y sus desastrosas consecuencias para las poblaciones civiles, constata y lamenta el endurecimiento de las relaciones entre sus comunidades estudiantiles y la creación de un clima venenoso inaceptable", escribió Sciences Po Paris.

"Líneas rojas"

"Lo que ocurrió ayer es intolerable, se han traspasado claramente las líneas rojas", declaró la Ministra de Enseñanza Superior, Sylvie Retailleau, en BFMTV esa misma noche.

Esta versión de los hechos es fuertemente rechazada por el Comité Palestino de Sciences Po, que denuncia "las acusaciones infundadas de antisemitismo de la extrema derecha".

Desde la izquierda radical, el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, lo calificó de "incidente irrisorio", expresando su sorpresa por el hecho de que el asunto recibiera tal "prominencia mediática nacional".

Por el contrario, el senador conservador Gérard Larcher advirtió que “Sciences Po no puede convertirse en un búnker islamoizquierdista”.

Esta controversia recuerda las vividas en los últimos meses en las universidades estadounidenses como Harvard, Penn o el MIT en el marco del militantismo propalestino y las denuncias de antisemitismo.

En cuanto a Sciences Po, la institución atraviesa fuertes turbulencias. Al margen de los incidentes de esta semana, su director, Mathias Vicherat, anunció este miércoles su dimisión para "preservar" la institución tras ser acusado de violencia doméstica por su ahora expareja.

Vicherat y su expareja Anissa Bonnefont se acusan mutuamente de violencia doméstica y el 3 de diciembre fueron detenidos, antes de su liberación al día siguiente. La fiscalía de París abrió entonces una investigación.

Cuando se conoció su detención, el campus principal en París vivió protestas de estudiantes pidiendo la dimisión del director, elegido en 2021 en parte con un programa contra la violencia sexual y sexista.