El gobierno iraní decidió cerrar este miércoles las escuelas y oficinas administrativas en Teherán y más de 20 de las 31 provincias del país para ahorrar energía debido a una ola de frío. La electricidad fue cortada durante varias horas en algunos barrios de Teherán y en una provincia del norte, afectando la vida cotidiana de los ciudadanos. Con información de nuestro corresponsal en Tehéran, Siavosh Ghazi.

Es la sexta o séptima vez en tres meses que las autoridades toman esta medida ante la crisis energética. En verano ya se habían registrado cierres similares debido al aumento del consumo de gas y electricidad.

Irán, pese a ser una potencia energética con vastos recursos de gas y petróleo, se ha visto obligado en los últimos meses a racionar la electricidad por la falta de gas y combustible suficiente para alimentar sus centrales, especialmente en invierno, cuando la demanda de calefacción se dispara.

Esta situación genera un creciente descontento, como señala Omid, un iraní de unos cuarenta años: "Cuando vamos a las oficinas públicas, hay cortes de electricidad y los sistemas informáticos dejan de funcionar. Hay que esperar horas o regresar días después. Y luego anuncian cierres completos, lo que afecta mucho la vida diaria. Nos afecta a todos y nadie está contento".

El martes por la noche, la televisión estatal reportó cortes de electricidad en varios barrios de Teherán, atribuyéndolos a problemas en el suministro de gas a las centrales eléctricas.

El impacto de las sanciones

Según expertos, la falta de inversión y el deterioro de la infraestructura industrial, agravados por las sanciones económicas, son factores clave en esta crisis.

Además, desde hace meses, todas las fábricas han tenido que cerrar dos días a la semana debido a la crisis energética. Según el director de una gran planta, la producción ha caído al menos un 20%. Esta escasez ocurre a pesar de que Irán posee la segunda mayor reserva de gas del mundo y es uno de los principales productores de la OPEP.

"Debido al frío extremo, las heladas, las nevadas y la necesidad de reducir el consumo de energía, oficinas y escuelas han sido cerradas en varias provincias", informó la agencia Mehr.

Además de la capital, la medida afecta a más de 20 provincias, entre ellas Alborz, Ispahan y Yazd (centro), Kurdistán y Hamadán (oeste), Fars (sur) y Khorasan Razavi (noroeste).

Por su parte, la compañía nacional de electricidad, Tavanir, aseguró estar tomando medidas para mantener en funcionamiento las centrales, pero advirtió que el país debe reducir en un 10% su consumo de gas y electricidad, según la agencia oficial Irna.