La Fuerza Aérea israelí bombardeó un bunker a las afueras de Beirut, que tenía como objetivo eliminar a Hashem Safieddine, que se perfila como próximo nuevo jefe de Hezbolá. Para los habitantes de la capital libanesa, el bombardeo ha sido uno de los más fuertes lanzados por Israel.
Con Joan Cabasés Vega, corresponsal de RFI en Beirut
El miedo se extiende en Beirut tras el segundo bombardeo en el corazón de la capital. Esta noche, un misil israelí ha golpeado con fuerza un centro médico vinculado a Hezbolá, donde han muerto 7 personas en total, la mayoría de ellos paramédicos que nunca han ido al frente de guerra contra Israel.
Este bombardeo ha caído a solo un kilómetro del parlamento de Líbano y la sociedad civil libanesa percibe que no hay lugar seguro. Hasta ahora, la población desplazada se dirigía hacia barrios donde la presencia de Hezbolá no fuera predominante. Ahora, sienten, cualquier barrio puede ser bombardeado.
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Por su parte, el Ministerio de Salud de Líbano dijo el viernes que 37 personas murieron en la víspera por la campaña de intensos bombardeos israelíes. "Los ataques del enemigo israelí en las pasadas 24 horas (…) mataron a 37 personas e hirieron a 151″, afirmó esta cartera.
Pero las bombas no son lo único que dificulta el sueño a los libaneses. EL Ejército israelí lleva varias noches consecutivas emitiendo órdenes de expulsión a altas hora de la madrugada contra decenas de miles de residentes de los suburbios de Beirut. Haciendo que familias con niños pequeños y gente mayor con movilidad recluida salgan a la calle con lo puesto sin saber si su vivienda sobrevivirá una noche de bombardeos.
Los ataques de esta noche llegan después de que ayer se hiciera evidente que la superioridad de Israel en los combates aéreos no tiene porqué trasladarse sobre el terreno. El primer día de combates cuerpo a cuerpo entre Israel y Hezbolá en suelo libanés se saldó con 8 fallecidos entre las filas israelíes.
Nasralá, enterrado en un lugar secreto
El líder de Hezbolá Hasán Nasralá, asesinado hace una semana en un ataque del ejército israelí, fue enterrado "provisionalmente" en un lugar secreto por temor a que sus funerales sean blanco de otro ataque de Israel, indicó el viernes a AFP una fuente cercana al movimiento proiraní.
"Sayyed Hasán Nasralá fue inhumado en un lugar provisional, a la espera de que las circunstancias permitan celebrar funerales con participación de la gente", declaró la fuente, que pidió anonimato.
La fuente precisó que de momento es imposible celebrar funerales populares en los barrios del sur de Beirut, "dadas las amenazas israelíes de atacar a los participantes en las exequias y el lugar de sepultura".