Nueva Caledonia, territorio francés en el Pacífico Sur, vive este viernes 24 de mayo, al día siguiente de la visita de Emmanuel Macron, una situación de incertidumbre. El presidente francés mantuvo el objetivo de poner fin a la crisis a finales de junio. El viernes, un hombre de 48 años murió a manos de un agente de policía que había sido “agredido físicamente” por manifestantes, anunció el fiscal de Noumea. Siete personas, entre ellas dos gendarmes, han muerto en Nueva Caledonia desde el comienzo de la crisis en el archipiélago.

A su llegada a Numea el jueves por la mañana, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se reunió con los partidos favorables a la reforma de las elecciones disputadas en el archipiélago, y los independentistas, contrarios a ella. Esta reforma, conocida como el “deshielo”, consiste en ampliar el electorado para las elecciones provinciales. El texto, adoptado por la Asamblea Nacional el 15 de mayo, desató una tormenta el 13 de mayo, desencadenando una ola de violencia como no se había visto en la isla desde hacía cuatro décadas.

Los alborotadores consideran inaceptable la forma en que se ha adoptado la reforma, que diluiría la influencia de la población autóctona en la vida política. “Me he comprometido a que esta reforma no se impondrá por la fuerza”, prometió Macron, que pidió “la reanudación del diálogo con vistas a un acuerdo global” para conceder el derecho de voto a más electores antes de finales de junio, de modo que “este acuerdo pueda entonces someterse al voto del pueblo de Nueva Caledonia”.

Antes de este plazo político, el “objetivo es restablecer el orden en los próximos días”, advirtió Emmanuel Macron. “Por lo tanto, vamos a tomar el control de cada distrito, cada rotonda, cada control de carretera paso a paso”, con “3.000 hombres de las fuerzas de seguridad interna”, entre otras medidas. 

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Un hombre muerto en un “altercado físico” entre policías y manifestantes

Al día siguiente de la visita del Jefe de Estado francés, un hombre de 48 años murió a manos de un agente de policía. Mientras circulaban por Dumbéa, al norte de Numea, dos policías fueron “agredidos físicamente por un grupo de unos quince individuos”, explicó el fiscal Yves Dupas en un comunicado.

“En circunstancias aún por determinar, el agente habría efectuado un disparo con su arma de trabajo para salir del altercado físico. Los primeros resultados muestran rastros de golpes en la cara de los agentes", añade el comunicado. Es la primera vez que un miembro de las fuerzas de seguridad mata a una persona.

El agente de policía que disparó fue detenido y se ha abierto una investigación por homicidio voluntario cometido por una persona con autoridad, según la fiscalía.

Siete personas han muerto -entre ellas tres canacos, dos gendarmes y un caldoche (caledonio de origen europeo)- y se han causado daños considerables desde que comenzaron los enfrentamientos.

El estado de emergencia instaurado el 16 de mayo sigue vigente, con las medidas que lo acompañan: toque de queda de doce horas diarias, prohibición de concentraciones, de transporte de armas y de venta de alcohol, y prohibición de la aplicación TikTok. Esta última medida, impugnada ante el Consejo de Estado, fue confirmada el jueves por el tribunal administrativo.

“Recursos fenomenales”

 

En el distrito de Montravel, en Numea, los manifestantes esperaban el viernes una comunicación oficial del FLNKS (Frente de Liberación Nacional Canaco y Socialista),sobre “las directrices relativas a la continuación del movimiento”. “También tenemos que reunirnos con los ancianos para discutir las cosas. Por nuestra parte, estamos dispuestos a continuar la movilización porque, al parecer, el presidente de la República no quiere escucharnos", declaró Yamel, uno de los manifestantes, a la Agence France-Presse (AFP).

“Todos esperamos la decisión del FLNKS”, declaró la dirigente Sonia Backès del partido Republicanos caledonios, a la radio RRB. “Un acuerdo es posible si todo el mundo actúa de buena fe […]. […] Si todo el mundo está dispuesto a demostrar que estamos dispuestos a vivir juntos en esta tierra, funcionará", declaró la presidenta de la Provincia Sur de Nueva Caledonia.

Pero, advirtió, la vuelta a la calma se demorará. “Las operaciones que se están llevando a cabo barrio por barrio requieren unos recursos fenomenales […] Se le está disparando a la policía. Los bloqueos ilegales de la carretera siguen siendo muy difíciles de quitar", según la Sra. Backès.

El aeropuerto internacional de Numea cerrado a los vuelos comerciales hasta el martes

Mientras tanto, la vida vuelve poco a poco a la normalidad. El Banco de Nueva Caledonia, por ejemplo, anunció el viernes la reapertura de cinco de sus 18 sucursales. Tres de ellas fueron incendiadas. El aeropuerto internacional de La Tontouta, en cambio, permanece cerrado desde el 14 de mayo. No habrá vuelos comerciales hasta el martes, según anunció el viernes su operador, la Cámara de Comercio e Industria.

Los países vecinos se esfuerzan por encontrar la manera de evacuar a sus nacionales. El gobierno de Vanuatu dijo que estaba organizando la repatriación de unos 160 estudiantes el viernes, con tres vuelos. Según imágenes del canal de televisión VBTC, un avión militar francés realizó el primer vuelo.

Nueva Zelanda declaró que la repatriación seguía siendo “una prioridad urgente”, después de que 50 de sus nacionales llegaran a Auckland el viernes por la mañana. Según el sitio web Flightradar24, aviones militares australianos y neozelandeses volaban el viernes hacia el aeródromo de Numea.