El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que dará un "paso seguro para la población civil" antes del asalto a la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, pero Hamás advirtió que una operación militar israelí en esta zona frustraría las negociaciones sobre la liberación de los rehenes retenidos en territorio palestino.

 

Nuevo aumento de las tensiones diplomáticas entre Israel y Hamás. Este domingo, en una entrevista televisiva, Netanyahu afirmó que la ofensiva en Rafah es clave para “aplastar” a Hamás.

"La victoria está al alcance. Vamos a hacerlo. Vamos a acabar con los batallones terroristas de Hamás que quedan y con Rafah, que es el último bastión", afirmó en la entrevista con ABC News. "Vamos a hacerlo mientras damos paso seguro a la población civil para que pueda irse".

No obstante, un alto cargo de Hamás dijo a la AFP que  "cualquier ataque […] contra Rafah torpedearía las negociaciones" sobre los rehenes que siguen en la Franja. Lo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y su ejército "no han logrado hacer en más de cuatro meses, no lo harán en el tiempo que dure la guerra", agregó.

Catástrofe humanitaria   

Cuando Israel anunció la invasión de Rafah, donde se refugian más de 1,3 millones de palestinos, según la ONU, desató un coro de preocupación de líderes mundiales.

Estados Unidos, principal aliado y soporte militar de Israel, advirtió que los planes de invadir esta región fronteriza con Egipto podrían causar un "desastre", y el presidente Joe Biden calificó la campaña militar israelí como "excesiva". Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, dicha ofensiva causaría "una catástrofe humanitaria indescriptible".

Arabia Saudita pidió el sábado una reunión urgente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el presidente iraní, Ebrahim Raisi, reclamó la exclusión de Israel de la ONU, alegando que la ofensiva israelí en Gaza era un "crimen contra la humanidad".

A nivel diplomático, se están llevando a cabo negociaciones, con la mediación de Catar y Egipto, para llegar a una nueva tregua, después de la de una semana a fines de noviembre que permitió liberar a un centenar de rehenes a cambio de prisioneros palestinos.

Con AFP