Es su primera declaración que hace pública desde que fue detenido el 25 de julio en territorio estadounidense. Ismael "El Mayo" Zambada asegura que llegó a Estados Unidos "secuestrado y por la fuerza" por el hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán cuando iba a participar en una reunión con políticos locales, una versión rechazada de inmediato por las autoridades mexicanas.

Zambada llegó a El Paso, Texas, en compañía del hijo de su compañero de cártel, Joaquín Guzmán López, quien le había previamente pedido asistir a una reunión para "ayudar a resolver” diferencias de políticos locales del estado de Sinaloa, pero que en realidad se trataba de una emboscada. "Confiando en la naturaleza de la reunión y en las personas implicadas, le seguí sin dudarlo", narró el narcotraficante.

El supuesto encuentro se desarrollaría en un domicilio a las afueras de la ciudad de Culiacán, capital de Sinaloa, donde al llegar lo habrían llevado a una sala que estaba a "oscuras" y donde le tendieron una "emboscada", de acuerdo con su versión.

"Un grupo de hombres me asaltó, me tiró al suelo y me colocó una capucha de color oscuro en la cabeza. Me ataron y esposaron, y luego me obligaron a meterme en la caja de una camioneta", relató. Luego lo habrían llevado a una pista de aterrizaje y lo obligaron a subirse a un avión privado, donde se le "ató con bridas al asiento".

Unas tres horas después, "El Mayo", Guzmán López y el piloto aterrizaron en El Paso, Texas, donde los agentes federales estadounidenses los detuvieron.

"La idea de que me entregué o cooperé voluntariamente es completa e inequívocamente falsa", asegura.

Narcopolítica

Autoridades del gobierno mexicano reaccionaron de inmediato ante las declaraciones de Zambada, quienes negaron toda participación con narcotraficantes.

Según la declaración del narcotraficante, él se reuniría con el hijo del Chapo para tratar una "disputa en curso entre Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa, y Héctor Melesio Cuén Ojeda, exdiputado federal, alcalde de Culiacán y rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa”, sobre quién debería dirigir esa institución.

"No tiene nadie del crimen organizado que citarme a una reunión (…) no tenemos nosotros complicidad con nadie", respondió el sábado Rocha Moya a Zambada en un discurso en un acto público.

Por su parte, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó tener "toda la confianza" en el gobernador. La mandataria electa, Claudia Sheinbaum, también mostró su respaldo a Rocha Moya.

Transparencia

Según las autoridades, Cuén Ojeda fue asesinado el mismo 25 de julio, durante un intento de robo de su camioneta, pero Zambada asegura que "lo mataron a la misma hora y en el mismo lugar" donde lo "secuestraron" a él.

El capo afirma además que no se conoce la suerte de dos miembros de la seguridad que entraron con él al lugar de la cita: "José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, un miembro de mi equipo de seguridad desde hacía mucho tiempo", agrega.

Ante el temor de que se desate un ajuste de cuentas, Zambada hizo un llamado a los habitantes locales a la "mesura y a mantener la paz". "Nada se resuelve con violencia. Ya hemos recorrido ese camino y todos perdemos", dijo.

También pidió a los gobiernos de México y Estados Unidos "transparencia" y "la verdad" sobre su secuestro y "sobre las muertes de Héctor Cuén, Rosario Heras, Rodolfo Chaidez y cualquier otra persona que haya perdido la vida ese día".

Con AFP