Unas 120.000 personas de origen étnico armenio de Nagorno-Karabaj se marchan a Armenia porque no quieren vivir en Azerbaiyán y temen ser víctimas de una limpieza étnica, según declararon a Reuters los dirigentes del enclave separatista el domingo 24 de septiembre.

El primer grupo de refugiados que huía de Nagorno-Karabaj entró en Armenia el domingo 24 de septiembre. Por la tarde, varias decenas de habitantes de este enclave montañoso, entre ellos mujeres, niños y ancianos, llegaron al centro de acogida establecido por el gobierno armenio en Kornidzor, en la frontera armenio-azerbaiyana. Los primeros en salir -explica nuestro corresponsal regional Régis Genté- son en particular los que abandonaron sus pueblos tras la ofensiva azerbaiyana de la semana pasada y que se habían refugiado en los alrededores del aeropuerto de Stepanakert, protegidos por la fuerza de interposición rusa, mientras que muchos de los 120.000 armenios de la región se escondían en refugios. La mitad de los que abandonaron la región el domingo fueron a una residencia de su elección, mientras que el resto serán alojados por el Gobierno armenio. El éxodo va a continuar.

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En la ciudad armenia de Goris también se vieron otras instalaciones de acogida equipadas con botiquines de primeros auxilios, megáfonos y decenas de computadoras. Según el gobierno armenio, un total de 377 "personas obligadas a marcharse" cruzaron al lado armenio el domingo por la noche. Según el último recuento del Ministerio de Defensa ruso, 311 civiles, entre ellos 102 niños, fueron escoltados fuera por la fuerza rusa de mantenimiento de la paz en el lado armenio.  "El contingente ruso de mantenimiento de la paz sigue albergando a 715 civiles, entre ellos 402 niños", a la espera de una solución.

Las autoridades de Nagorno-Karabaj habían anunciado poco antes que los civiles que se habían quedado sin hogar a causa de los últimos episodios de violencia serían trasladados a Armenia con la ayuda de las fuerzas de paz rusas, que llevan allí desde la anterior guerra, en 2020.

Azerbaiyán, por su parte, se ha comprometido a permitir que los rebeldes que entreguen sus armas vayan a Armenia. El Ministerio de Sanidad armenio declaró que 23 ambulancias con "ciudadanos gravemente heridos" acompañados de médicos y personal de la Cruz Roja debían pasar por el mismo paso fronterizo de Kornidzor.

Muchos temen que la población de Nagorno-Karabaj huya en masa a medida que las fuerzas azerbaiyanas estrechen el cerco. Además de la ansiedad entre los cerca de 120.000 habitantes del enclave, la situación humanitaria allí sigue siendo muy tensa. Sin embargo, las autoridades azerbaiyanas restablecieron la electricidad en la provincia el domingo por la noche, distribuyeron ayuda alimentaria y anunciaron una exención fiscal de diez años para los residentes de la región.

El gobierno armenio se ha declarado dispuesto a acoger a todos los habitantes. Pero no será fácil, explica a RFI Charles Urjewicz , profesor emérito del Instituto nacional de lenguas y culturas orientales (INALCO),y especialista en Armenia: "Armenia está desgarrada por el desempleo, Armenia es sencillamente pobre. Creo que muchos de estos refugiados acabarán abandonando Armenia. Ya sea por Rusia u Occidente. La Unión Europea tiene un papel que desempeñar y es en este tipo de situaciones cuando debe mostrar su viabilidad y humanidad. La cuestión es saber en qué condiciones se desarrollará todo esto”.

Críticas a Rusia

Armenia también criticó implícitamente a Rusia por su falta de apoyo tras la victoria del ejército azerbaiyano sobre los separatistas de Nagorno Karabaj, territorio de mayoría armenia. "Los sistemas de seguridad exterior en los que participa Armenia han demostrado su ineficacia para proteger su seguridad y sus intereses", subrayó el primer ministro armenio, Nikol Pachinyan, en un discurso televisado. Aludía así a las antiguas relaciones del país caucásico con Moscú, heredadas de la época en que, al igual que el vecino Azerbaiyán, formaba parte de la URSS.

Armenia sigue siendo miembro de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC), una alianza militar encabezada por Rusia. Pero para el profesor Charles Urjewicz, está claro que Armenia ya no confía en Rusia. "Eso es evidente. Pero que Armenia pueda permitirse romper completamente con Rusia es otra historia. ¿Quién sustituirá a Rusia? ¿Quién podrá ayudar a Armenia a superar esta terrible prueba? Para Armenia, el problema absolutamente central es cómo compensar esta alianza rusa y cómo compensar este apoyo no sólo políticamente, sino también económicamente", analizó para RFI.

El sábado 23 de septiembre, el primer convoy de ayuda del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) entró en Nagorno-Karabaj, mientras que desde la tribuna de la ONU en Nueva York, Armenia exigía el envío "inmediato" de una misión de la ONU, reiterando sus acusaciones de "limpieza étnica".

(Con informaciones de AFP)