Un hombre armado mató este jueves 21 de diciembre a 14 personas e hirió a otras 25 en una facultad de la Universidad Carolina, en el centro histórico de la capital checa. Según la policía, no se ha determinado si el individuo se quitó la vida o fue abatido por las fuerzas armadas en el tiroteo. Aún se desconoce el móvil del asaltante. "No hay indicios de que este crimen esté relacionado con el terrorismo internacional", declaró el gobierno.

 

Con el corresponsal de RFI en Praga, Guillaume Narguet

República Checa ha declarado una jornada de duelo este sábado 23 de diciembre. 

Este viernes, la población ha amanecido anonadada y se pregunta cómo pudo ocurrir semejante violencia la víspera de que un estudiante brillante de 24 años matara a 14 personas en un prestigioso campus universitario.  

La Universidad Charles es el instituto de estudios superiores más antiguo de Europa Central. La amplitud de esta masacre es inédita en un país famoso por su tranquilidad y seguridad. 

El ministro del Interior, Vit Rakusan, declaró a la Radio Checa que 13 de las 14 víctimas habían sido identificadas. Entre los heridos se encuentran dos ciudadanos de Emiratos Árabes Unidos y un holandés. 

El tiroteo tuvo lugar el jueves, 6 días después de que los cuerpos de un padre y su bebé de 2 meses fueran encontrados en un bosque en las cercanías de Praga. La policía cree que el asaltante puede haber cometido este acto que ya había conmocionado al país. 

Su padre fue hallado muerto

La policía informó que el individuo disponía de una licencia de armas y no tenía antecedentes penales. Era estudiante de la Universidad Carolina y de la misma facultad donde se produjo el tiroteo.   

El sospechoso había matado a su padre en su casa de las afueras de Praga antes de viajar a a la capital. Según el jefe de la policía, luego se dirigió hacia la capital tras haber declarado su intención de suicidarse.  

La policía comenzó entonces a buscarlo en el edificio de la Facultad de Artes, donde el asaltante iba a asistir a una clase, pero fue en otro edificio cercano donde acabó matando a sus víctimas.   

En un primer momento, la policía anunció que había "eliminado" al individuo. En otras declaraciones sugirió que se había suicidado, pero que sus acciones no tenían "nada que ver con el terrorismo internacional", según el ministro del Interior checo.