Un muro constantemente grafiteado en la calle de Verneuil, en el distrito 7 de París, esconde la casa donde vivió uno de los grandes nombres de la música francesa, el compositor Serge Gainsbourg. Desde este 20 de septiembre, el lugar está abierto al público con un nombre oficial: Maison Gainsbourg. Las entradas para el resto del año ya están agotadas.
Con informaciones de Patricia Moribe y Jessica Phelan
Desde su muerte, el 2 de marzo de 1991, los amantes de la canción francesa peregrinan al 5 bis de la rue de Verneuil, donde Serge Gainsbourg pasó los últimos 22 años de su vida. Las paredes exteriores llevan mucho tiempo cubiertas de dibujos, notas y otros homenajes al iconoclasta cantautor, pero ésta es la primera ocasión que tiene el público de echar un vistazo tras la verja.
La casa fue comprada en 1969 por Gainsbourg y se convirtió en la residencia de su nueva familia con la actriz inglesa Jane Birkin y Kate Barry, hija de Jane con el compositor John Barry. El clan creció con la llegada de Charlotte en 1971.
Los años 70 fueron una época efervescente, en la que la pareja de culto recibía a amigos y equipos de rodaje en medio de un desorden doméstico, como muestran las imágenes de archivo. En una ocasión, una entrevista televisiva se vio interrumpida porque Jane acudió a contestar al teléfono con la pequeña Charlotte en brazos.
Cerrada durante 32 años
Cansada del estilo de vida bohemio de Gainsbourg, Jane abandonó a Serge en 1980. El compositor siguió viviendo en la casa hasta que murió de un infarto masivo en 1991, el quinto de una serie. Jane, por su parte, falleció en julio de 2023 en París, a los 76 años, tras sufrir problemas de salud a consecuencia de un derrame cerebral unos años antes.
Durante décadas, el público se ha preguntado por el destino del famoso domicilio. En una entrevista a la radio France Inter, Charlotte Gainsbourg cuenta que también para ella fue un largo proceso decidir qué hacer con la propiedad. La casa permaneció cerrada durante 32 años, con toda su configuración y decoración originales.
"En cuanto murió, no quise mover nada. Enseguida pensé en abrir un museo porque él mismo había hablado de ello", declaró Charlotte a la prensa esta semana. La idea de convertir el lugar en museo ha ido madurando y materializándose a lo largo de los últimos 18 años, superando poco a poco obstáculos legales, económicos y estructurales, hasta llegar a la inauguración del miércoles.
Todo como antes
El proyecto estaba presupuestado en seis millones de euros, según un reportaje del diario Le Figaro. La región de Isla-de-Francia, de la que forma parte París, aportó 800.000 euros. El Centro Nacional de la Música aportó 45.000 euros. El 86% restante procede de la iniciativa privada. La marca Saint Laurent es socio oficial del proyecto.
Charlotte compró la casa a los otros herederos, los hijos mayores de Gainsbourg, que siempre se han mantenido alejados de los focos. El compositor tuvo cuatro hijos de tres madres diferentes: Natacha, Paul, Charlotte y Lucien.
El interior de la estrecha casa se ha mantenido tal y como lo dejó Serge, con el mismo mobiliario y decoración, incluyendo imágenes de muchas mujeres, desde sus antiguas compañeras hasta Marilyn Monroe. La visita se realiza en pequeños grupos, guiados por una grabación realizada por Charlotte. Sólo se permite visitar la casa a dos personas a la vez, durante un máximo de 30 minutos.
Tras mudarse en 1969, Gainsbourg acumuló una vasta colección de obras de arte, instrumentos, fotografías, recortes de prensa y otros recuerdos en la casa, donde era aficionado a ofrecer a los periodistas visitas poco convencionales. "No sé lo que es: una sala de estar, una sala de música, un desorden, un museo…", dijo a un equipo de televisión en abril de 1979 mientras les enseñaba el salón pintado de negro donde compuso muchas de sus canciones más conocidas. Insistió en que había una lógica detrás de la maraña de objetos aparentemente aleatorios.
Una casa alquilada al otro lado de la calle alberga parte del museo, la tienda y el bar. La colección de la Maison Gainsbourg incluye unas 25.000 piezas, entre objetos, muebles, fotografías, documentos y ropa del compositor. También hay una colección de más de 3.000 manuscritos, recortes de periódicos, así como fotos de época, diapositivas y grabados.
"Es él, su personalidad"
"En vida, la convirtió en un museo lleno de objetos, y era difícil pasear sin miedo a romper algo", declaró Charlotte Gainsbourg a la agencia de noticias AFP en marzo de 2021. Al abrir la casa de su padre, ha dicho que quería crear un lugar "verdaderamente enraizado en el patrimonio de París, abierto al público".
"Es su casa, no van a descubrir cosas sobre su obra, sino el contexto en el que trabajaba", dijo, añadiendo: "Es él, su personalidad".
El sitio está gestionado por una empresa que espera recibir 100.000 visitantes al año. El objetivo es que el proyecto cubra sus costes y sea rentable en un año. Las visitas se realizan con cita previa a través de la página web de la Maison Gainsbourg. De momento, todos los horarios están reservados hasta diciembre, pero se espera que se abran nuevos horarios, dice Charlotte.