Israel bombardea Dahie, los suburbios de Beirut, sin descanso desde hace más de dos semanas. Hezbolá tiene presencia ahí pero esos barrios son también el corazón demográfico de la capital libanesa. Centenares de miles de personas desvinculadas de la milicia han tenido que huir de sus casas.

Hasan, de unos 80 años de edad, pasa las noches junto con otras 2000 personas en un edificio abandonado al lado de Plaza de los Mártires.“Están bombardeando en todos lados de manera aleatoria tal y como están bombardeando en Gaza. Están haciendo lo mismo contra nosotros en los suburbios del sur de Beirut”, indicó. 

Hasan dice estar con la resistencia hasta el final, haciendo referencia a la lucha de Hezbolá y de sus aliados locales contra Israel, pero no todos los desplazados opinan lo mismo.

Ali, resguardado bajo la entrada de una mezquita, dice que no le gusta ni Hezbolá ni Israel, sino que le gusta vivir: “Cuando hay elecciones, vienen a mi casa a preguntarme qué ayuda me pueden ofrecer, después cuando ganan las elecciones, cuando les quiero pedir ayuda para comprarme una casa para poder casarme me dicen que no tienen dinero para ayudarme. Todos los partidos políticos, incluido Hezbolá, son mentirosos”, agregó. 

Marwa, también desplazada por los bombardeos, no se puede creer la desgracia que golpea su país. Aunque Israel asegure que su ofensiva es contra Hezbolá esta joven libanesa refleja la sensación general sobre el terreno en Líbano. “La mayoría de la gente desplazada son inocentes y no tiene ninguna conexión con ninguna organización. somos libaneses y muslmanes y odiamos los partidos políticos”, indicó.